Almassora aprueba el presupuesto de 2018 con un repunte de la inversión del 143,65%
El Ayuntamiento de Almassora aprobará esta tarde el presupuesto de 2018, que asciende a 22.456.628,10 euros y refleja un repunte de la inversión del 143,65%. Ésta es una de las claves económicas del próximo año, en el que los nuevos proyectos absorberán 1.694.090,85 euros frente a los 695.284,78 euros del ejercicio vigente. El desarrollo de las primeras actuaciones incluidas en la estrategia EDUSI y cofinanciadas por la Unión Europea marcará las inversiones de 2018.
La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, ha destacado que los pilares sobre los que se asientan las cuentas son, “además del innegable esfuerzo inversor, la apuesta por la creación de empleo con una inyección que triplica este capítulo en un año, la reducción de la deuda que heredamos y el aumento de los contratos de servicios públicos”. Este último apartado recoge un incremento de 900.000 euros para atender servicios que afectan a la imagen y mantenimiento de la ciudad, como el de limpieza viaria, adjudicado recientemente con un incremento de la dotación anual de 151.000 euros.
Respecto a las inversiones, el próximo año verán la luz el trinquete, la remodelación de la calle San Jaime, la construcción de una nueva nave en el Centro de Formación, el pabellón de gimnasia y las actuaciones de mejora en el entorno del río Millars. De hecho, las inmediaciones de la ermita de Santa Quitèria y de la senda que conecta la playa con el paraje aglutinarán una nueva inyección de capital para ampliar la accesibilidad y multiplicar los usos para la ciudadanía, sobre todo para deportistas.
El presupuesto de 2018, cuyas inversiones superan los límites alcanzados en los últimos siete años, reducirá también la presión fiscal con una rebaja del IBI social y del impuesto de vehículos para aquellos considerados ecológicos. Debido a esta política, el Ayuntamiento de Almassora dejará de ingresar 100.000 euros en impuestos directos. Además, asumirá con fondos propios la subida del 4,65% canon de Reciplasa para evitar que los costes derivados de las obras en el vertedero repercutan en el recibo de los consumidores.
Por otro lado, la deuda municipal seguirá la tendencia a la baja que ha seguido el consistorio desde 2015. La corporación actual heredó 7,3 millones de euros de deuda hace dos años, cifra que se ha reducido hasta los 3,2 millones en la actualidad. El dato bajará hasta los 2,7 millones al finalizar el ejercicio 2018, según la previsión que figura en el presupuesto que debatirán esta tarde los grupos.
En otro orden de cosas, la sesión plenaria dará cuenta también del Plan Estratégico de Servicios Económicos y del Plan Anual de Control Financiero del próximo año, dos documentos encaminados a mejorar la gestión de los fondos públicos y el rendimiento del personal municipal.
