El PP lamenta que Compromís se escude en el Consell para retirar pancartas del edificio 167
La alcaldesa de Compromís en Almassora, Susanna Nicolau, exigió personalmente el pasado diciembre a los vecinos del grupo Fátima de Almassora que retiraran la pancarta que habían colgado de la fachada del edificio 167 reivindicando el derribo. Nicolau justifica que fue la dirección territorial, a través de una llamada telefónica, la que reclamó su retirada el pasado 21 de diciembre. “Sorprende la inmediatez de la dirección territorial, que a los pocos minutos de haber colocado una primera pancarta, ya estaba exigiendo su retirada, sin que fuera permitida la colocación de la segunda”, ha declarado Luis Martínez, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Almassora.
La alcaldesa se presentó personalmente en el grupo Fátima para reprobar la decisión de los vecinos por colocar de forma visible en el edificio la demanda de derribo. “Frente a su intención, y la del PSPV de rehabilitar el inmueble, los vecinos decidieron visualizar un mensaje claro en el edificio que fue desautorizado por la alcaldesa de Compromís”.
En opinión de Luis Martínez, concejal del PP en Almassora, “es una muestra de cuál es el talante del gobierno local. Durante nuestra etapa de gobierno, se colocaron pancartas en edificios públicos, como institutos y centros educativos, y en ningún momento dimos orden de retirarlos, ni el gobierno local ni el autonómico. Sin embargo, quienes enarbolan ahora la bandera del cambio son quienes, en la práctica, aplican censura y ordenan silenciar la voz de los vecinos”.
La respuesta de la alcaldesa es, en opinión de Martínez, “un intento de Nicolau de eludir su responsabilidad en una decisión insólita”. En realidad, “Compromís ha pretendido desde el primer momento, junto a su socio del PSPV, acallar a los vecinos, negarles información respecto a la rehabilitación del edificio que el 28 de octubre decidieron respaldar pese a haber aprobado en pleno su derribo 9 días antes, el 19 de octubre”. Sin embargo, “esa decisión les ha provocado un malestar entre los vecinos que lejos de achantarse, se reivindican y exigen ser oídos”.
