El campanario de Almassora abre mañana sus puertas

El campanario de la iglesia parroquial de la Natividad de Nuestra Señora abrirá mañana sábado sus puertas, un año más, para recibir a todos los públicos que deseen descubrir los secretos de esta antigua estructura y disfrutar de las panorámicas que se alcanzan desde su cénit. La congregación local de Els Lluïsos celebra mañana la tradicional Pujada al Campanar que ha permitido, y permite, que centenares de vecinos accedan a esta vetusta infraestructura que corona el casco antiguo de la Vila.

Entre las 10.30 horas de la mañana y las 13.30 horas de la tarde, los vecinos que deseen disfrutar de estas imágenes a vista de pájaro pueden dirigirse a la parroquia, en su acceso lateral por la plaza de la iglesia, para subir esta estructura bajo la guía y dirección de los miembros de la congregación de Els Lluïsos. Este año, en el que se cumple el noveno aniversario de esta actividad, los participantes disfrutan de una nueva oportunidad de conocer la historia del campanario y ver de cerca las campanas que lo coronan.

De hecho, los miembros de la congregación de Els Lluïsos serán los encargados de establecer los grupos para acceder a la torre anexa a la iglesia y en ella desgranar las características del antiguo reloj que marcaba las horas en el campanario y también de explicar la historia de las campanas que se sitúan en la parte más elevada de la infraestructura.

María Tormo, regidora de Juventud, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía “para participar en esta convocatoria que creemos es más que interesante”. “Gracias a Els Lluïsos, todos los años podemos acceder al campanario, una iniciativa que hemos de agradecer”. Dirigida a todos los públicos, tanto a los más pequeños, que pueden venir acompañados por un adulto, como para los más veteranos, “la belleza de las vistas que se alcanza desde lo más alto del campanario es única y realmente merece la pena”.

Tal y como han informado desde la congregación de Els Lluïsos, los asistentes harán una primera visita al espacio donde se encuentran las campanas, en él que se explicará la historia de cada una de las seis piezas que marcan las horas y los cuartos. En esta segunda planta se podrá admirar el tamaño de la Virgen del Carmen, con 255 kilos y datada en 1914; Rosarito, de 430 kilos datada en 1971; María del Rosario Inmaculada, la más pesada, con 1.220 kilos creada en 1954; así como la más antigua, fechada en 1803 y con 450 kilos de peso.

El conjunto de campanas se completa con una planta superior, a la que no se accede por motivos de seguridad, y en la que se encuentran los dos ejemplares más livianos que posee el templo: Santa Quitèria y Santa Bárbara, de 22 y 115 kilos, respectivamente.

Por último, ya con la bajada, se visitará la sala del antiguo reloj, donde los miembros de Els Lluïsos darán contada información a los visitantes sobre las características de la antigua estructura que se encargaba de marcar las horas del campanario. En la actualidad la armadura, que todavía permanece en la sala, ha sido sustituida por un sistema automático que se encarga de marcar las horas.