La Escola de Pasqua clausura su tercera edición
Los 84 escolares participantes despiden con juegos y talleres el exitoso programa municipal
La tercera edición de la Escola de Pasqua que Almassora desarrolla desde 2008 ha cerrado hoy sus puertas con juegos y talleres en los que han participado los 84 escolares que se han inscrito este año en la oferta municipal. María Tormo, regidora de Juventud, ha incidido en la importancia de un servicio “que da un respiro a padres y madres y facilita la complicada, en ocasiones, conciliación de la vida laboral y familiar”.
Los pequeños han acudido esta mañana a las aulas del colegio Hermanos Ochando, donde se ha desarrollado la convocatoria, dispuestos a disfrutar de un programa especial de actividades. “Los usuarios, tanto los más pequeños como los más mayores, han tenido la oportunidad de jugar y participar en un variado abanico de propuestas que confiamos en que hayan sido de su interés”, ha indicado la titular de la cartera municipal. “Sin duda, su satisfacción es el mayor éxito que puede obtener este programa”, ha considerado Tormo.
Cabe señalar que la Escola de Pasqua abrió sus puertas el pasado 1 de abril y se ha mantenido operativa durante seis jornadas con la intención de “permitir que los padres y madres que durante la Semana Santa y la temporada de Pascua trabajaban, pudieran disponer de una alternativa donde poder matricular a sus pequeños”. Una oferta que en esta edición ha recibido una destacada avalancha de inscripciones “que ha superado nuestras mejores expectativas”, ya que el consistorio hubo de ampliar en 19 nuevas vacantes el cupo previsto para dar cabida a todas las solicitudes presentadas en el SIAC.
Desde primera hora de la mañana, a las 7.30 horas, hasta las 14.00 horas, los pequeños han disfrutado no sólo de actividades y talleres desarrollados en el centro educativo, sino que también han tomado parte en salidas y excursiones fuera de las dependencias educativas para ampliar la oferta de ocio prevista. Por edades, la franja de 2 a 3 años ha contado con monitores específicos, mientras que el resto de asistentes, entre los 3 y los 12 años, también se han distribuido por grupos de modo que a cada uno de ellos se les ha ofertado un plan específico de actividades ajustado a sus edades.
