El derribo de las gradas del campo de fútbol de La Garrofera cambia la fisonomía de los grupos Caja de Ahorros y Villa Lola

El derribo de las gradas del antiguo campo de fútbol de La Garrofera de Almassora ha cambiado en las últimas semanas la fisonomía de dos grupos de vecinos de la zona, Villa Lola y Caja de Ahorros. El proyecto de urbanización del entorno, que se desarrolla desde el pasado 3 de enero, pretende reordenar el sector con el objetivo de ganar espacios para el peatón y obtener la parcela sobre la que se deberá asentar el nuevo colegio Regina Violant.

Enrique Brisach, regidor de Urbanismo en el Ayuntamiento de Almassora, ha visitado las obras acompañado por la regidora de Comercio, Nuria Felip, con el objetivo de conocer in situ las características de una obra que contempla un desembolso de 600.115,69 euros. “Un proyecto destacado no s0lo por el desembolso económico en el entorno, sino sobre todo por el impacto de estas obras sobre un sector, el de estos dos grupos de vecinos, que han convivido históricamente con el muro que rodeaba este antiguo campo de fútbol”.

De hecho, la actuación se ha convertido en un punto de paseo para muchos vecinos que han querido acercarse hasta la zona para conocer otra visión del entorno sin la barrera de cemento que rodeaba las antiguas instalaciones deportivas. “El derribo del muro ha supuesto un desahogo notable para el entorno y cambia la perspectiva histórica que teníamos de este sector”, ha manifestado el regidor.

Unas obras que, tal y como ha recordado el regidor Urbanismo, están costeadas por la Generalitat Valenciana a través del Plan Confianza. Un programa que en la localidad permite ejecutar esta actuación junto a la ejecución del nuevo ayuntamiento de la población, con 4.244.964,31 euros. “Se trata de una obra de envergadura que va a permitir urbanizar este entorno, dotándolo de aceras más amplias, con un espacio desahogado para el peatón, de equipamientos públicos y de accesibilidad para todos los viandantes”.

Y es que la actuación no solo va a permitir definir la parcela del futuro complejo docente de Infantil y Primaria, sino que además de aprovecharse para renovar la red soterrada de suministro de agua potable de ambos grupos, también se ha perfilado como una actuación de remodelación del entorno urbano. “En definitiva, el objetivo es exportar el modelo urbanístico que hemos aplicado en otros sectores de la población, con aceras amplias, arbolado, bancos y juegos, a este punto de nuestra localidad”, ha manifestado el regidor.

Conclusión en julio
El proyecto que Almassora ejecuta desde hace cerca de dos meses está previsto que culmine el próximo mes de julio. “Por el momento, los plazos se están cumpliendo de forma escrupulosa, y confiamos en que en los próximos meses se mantenga este ritmo en la ejecución del proyecto”, ha señalado el titular de la cartera de Urbanismo.

Una actuación que permitirá prolongar la calle Teresa de Calcuta y ampliar a 20 metros la anchura de la calle San Ildefonso. Un proyecto que permitirá, asimismo, consolidar un acceso ordenado y con amplias aceras que mejore las condiciones de los peatones y, a un mismo tiempo, garantice la seguridad de todos los usuarios del futuro complejo docente que se ha de construir sobre la parcela resultante.

Cabe señalar que las obras, que se iniciaron con el derribo de las gradas, han permitido actuar en el tramo de la calle San Ildefonso comprendido entre la calle Constitución y el grupo Caja de Ahorros, y “avanzan a buen ritmo en el perímetro de la parcela educativa. “Se trabaja tanto en el encintado de las futuras aceras como en la renovación de la red soterrada de agua potable”, ha manifestado Brisach. Unas labores que “sin duda, van a comportar un antes y un después para los vecinos que históricamente han residido en estos grupos y que, tal y como nos han transmitido, el proyecto ha supuesto un cambio notable para el entorno”.