Almassora reúne más de 800 personas en sus bibliotecas del mar

Almassora ha congregado a más de 800 personas en sus bibliotecas del mar durante los meses de julio y agosto. Un registro “notable”, tal y como ha indicado la regidora de Cultura, Nuria Felip, “que nos anima a seguir apostando por estos servicios que consideramos útiles y prácticos, y que permiten que nuestros ciudadanos accedan a una prestación cultural muy demanda”.

La playa de Almassora ha doblado durante este verano sus servicios de préstamo de libros y sede de lectura, pasando de la oferta que tradicionalmente se ubicaba en la playa de Pla de la Torre, en el antiguo cuartel de los Carabineros, a ampliar la oferta con la nueva instalación puesta en marcha en la playa de Ben-Afelí, en las proximidades del chiringuito instalado en el litoral.

Nuria Felip, regidora del departamento de Cultura, ha puesto de relieve la cercanía de ambas sedes a los vecinos “que durante el estío se trasladan a sus segundas residencias para disfrutar del verano”. Desde el 2 de julio y hasta hoy lunes 30 de agosto, los residentes han accedido a una prestación que “resulta muy cómoda, puesto que los usuarios pueden desplazarse con facilidad hasta estas dependencias que se encuentran a escasos metros de la arena”. Una circunstancia a la que cabe sumar “la amplia oferta que albergan las salas, que cuentan con novelas de todos los géneros, además de prensa nacional y regional, revistas y cuentos”.

“Estos dos meses de servicio que hoy concluyen han constatado la buena acogida que ha tenido no sólo el servicio de Pla de la Torre, sino la sede temporal de Ben-Afelí, a la que se han acercado decenas de vecinos y bañistas, sobre todo de niños y personas adultas que demandaban disfrutar de la lectura con alguna novela o, simplemente, repasar la prensa nacional”, ha señalado la titular de la cartera de Cultura.

Cristina Rovira, monitora de la biblioteca de Pla de la Torre, ha indicado además “el amplio programa de actividades que ha acompañado cada tarde el servicio”, ya que se ha constado con un servicio de ludoteca, destinado a desarrollar la faceta más creativa y divertida de los pequeños lectores. Talleres de manualidades para crear broches, muñecos con fieltro o material cerámico se han desarrollado en estas dependencias con éxito de participación. Asimismo, tal y como ha indicado Rovira, “los pequeños han acogido con satisfacción cada una de las propuestas dirigidas a inculcar valores como el del reciclaje”. Una propuesta que “permitió construir con palillos y otros materiales reciclables pequeñas estructuras” y a la que cabe sumar la exposición de fotografía en la que  participaron pequeños y adultos.