Almassora estrena con éxito su Mercat de la Taronja

Almassora inauguró ayer su Mercat de la Taronja con una gran acogida por parte de los vecinos que acudieron durante toda la mañana al improvisado punto de venta instalado en la plaza España. Desde las 9.30 y hasta las 13.00 horas, los consumidores de este mercado autóctono pudieron adquirir, en los cuatro puestos instalados en este primer día de venta, productos cítricos cultivados en Almassora por apenas dos euros cada cuatro kilos. Vicente Casanova, primer edil de la localidad, Nuria Felip, regidora de Comercio así como una nutrida representación de representantes municipales, no faltaron al estreno de este Mercat de la Taronja que busca, desde el primer día, “convertirse en punto de encuentro para agricultores y consumidores locales”, ha argumentado el alcalde tras presenciar, in situ, el elevado ritmo de ventas del género.

No en vano, desde las 9.30 horas la venta del producto local fue una constante en la plaza España. De hecho, tan buena fue la acogida que, ya a media mañana, la mitad de los puestos se quedaron sin género. “La verdad es que la respuesta de los vecinos de Almassora ante esta iniciativa no ha podido ser ser mejor”, ha agradecido el munícipe. Tanto es así que tal y como ha manifestado la edil del departamento de Comercio, “entre los cuatro vendedores se ha dado salida a una cantidad cercana a los 2.000 kilos de cítricos.

Promovido por la cooperativa agrícola San José y por el consistorio, el Mercat de la Taronja nace en esta nueva edición “con el objetivo de convertirse en una clara medida de apoyo al sector citrícola de nuestra localidad”, ha argumentado Casanova. En este sentido, el alcalde de la localidad ha destacado “la condición local de una iniciativa en la que únicamente se puede dar salida a productos cultivados en nuestro término municipal”.

Es por ello que el primer edil ha calificado de “revulsivo ante la actual coyuntura que atraviesa el sector agrícola” al Mercat de la Taronja. “La agricultura ha sido, y es, seña de identidad de Almassora y ante esa realidad no debe existir otra meta que la de ayudar, en todo lo posible, a nuestros agricultores”. A la vez, tal y como ha señalado Casanova, gracias a este espacio de venta “además de favorecerse los vendedores, el consumidor puede adquirir un producto de calidad, recién cogido del árbol y a bajo coste”.