Almassora coge las agujas para aprender calceta en su Escuela de Conocimientos

El centro social de la calle San Felipe se convertirá este sábado en un improvisado taller de calceta en el marco de los cursos organizados por la Escuela de Conocimientos de Almassora. La actividad se desarrolla en esta sede pública después de que los dos primeros sábados del mes de febrero fueran la costura y la cocina las temáticas impartidas en estas singulares aulas.

Entre las 12.00 y las 13.00 horas, sin coste alguno para los alumnos que deseen acudir, los jóvenes que deseen aprender las técnicas de esta labor pueden acercarse hasta el centro de mayores para formalizar su inscripción y acudir a la convocatoria. Dos monitoras profesionales en calceta serán las encargadas de dirigir un aula en la que “podremos confeccionar todo tipo de labores que luego nos resulten de utilidad para nuestro vestuario”.

Ramona Palomares, regidora de Relaciones Vecinales en el Ayuntamiento de Almassora, ha hecho una invitación expresa a todos los interesados “puesto que se trata de una convocatoria interesante y los resultados son espectaculares”. Tal y como ha señalado la titular de la cartera, “la destreza de las profesoras nos permitirá aprender la confección de bufandas o gorros, e incluso suéters que pueden venir muy bien para abrigarnos durante este frío invierno”.

Cabe señalar que más de media decena de vecinos se han inscrito ya en este curso cuyo plazo de inscripción todavía está abierto. “Esperamos que sean muchos más los matriculados en un ciclo que no tiene coste alguno para el usuario y en el que podemos aprender, gracias a la voluntad de dos profesionales, a realizar una labor que nos puede ser de gran utilidad”. Un sábado más, ha señalado Palomares, “la veteranía y experiencia de nuestros vecinos se pone al servicio de los jóvenes para que aprendan estos conocimientos que creo que no ocupan lugar y que pueden ser prácticos y muy útiles en un momento como el actual”.

Los alumnos que acudan a la clase de mañana sábado deben aportar un ovillo de lana y las agujas para poder tejer. “Es una oportunidad de relajarse, entretenerse, aprender una nueva habilidad y conocer gente que tiene tus mismos intereses”, ha concluido la regidora.