Almassora celebra los 25 años de Sant Cristòfol
Los vecinos de la calle, que honran al patrón de los conductores desde 1986, bendicen hoy los vehículos y celebran el tradicional “porrat”
Almassora celebra esta tarde los 25 años de fiestas en honor a Sant Cristòfol. Una amplia y variada programación festiva diseñada por los vecinos de la calle con el objetivo de honrar la imagen sagrada y celebrar en compañía de familiares y amigos esta señalada jornada en el santoral. La actividad, que ya dio comienzo con el engalanado de la calle y la colocación del dosel al santo, ha invitado a los vecinos a sacar sus cobertores a los balcones para mostrar al venerado patrón.
Hoy sábado, los festejos entrarán en su punto álgido por la tarde. Los vehículos se concentrarán junto a la calle para realizar el tradicional recorrido por distintos puntos del municipio y Sant Cristòfol saldrá en procesión con decenas de turismos y otro tipo de vehículos a través del pueblo para anunciar la festividad. A lo largo del circuito está previsto que otros vecinos se sumen a la procesión con el objetivo de arropar la imagen sagrada que volverá a la calle que lleva su nombre para, una vez subida a la peana, iniciar su tradicional procesión hasta la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Natividad, donde a las 20.00 horas tendrá lugar una misa en honor al santo. Al salir del oficio religioso, al que han sido invitados todos los miembros de la corporación municipal, los vehículos serán bendecidos y se repartirán estampas y cintas entre todos los asistentes.
Los actos culminarán con un “porrat” popular abierto a todos los residentes del municipio, si bien los vecinos de la calle festejarán una cena amenizada por una orquesta que reunirá a cerca de 200 comensales y que está previsto que se prolongue hasta bien entrada la madrugada
Cabe señalar que este año estos festejos de calle cumplen su 25 aniversario después de que un vecino, Buenaventura Palazón, iniciara hace más de dos décadas estas celebraciones que hoy todavía perduran y que se han convertido en un acto de obligada presencia dentro de las actividades festivas de Almassora. Cada año es mayor el número de asistentes gracias al esfuerzo y trabajo de estos residentes que diseñan con esmero el programa de actos. Devoción, ilusión y sacrificio para que estas fiestas que sean, nuevamente, todo un éxito.
