Teatres de la Generalitat lleva teatro, magia, danza y "cuentos canallas" al Teatre Arniches
El 21 de enero los espectadores alicantinos podrán ver ‘Humedades’
El 30 de enero Nacho Diago pondrá en escena ‘Pop-Arte de magia’
La danza llega al Teatre Arniches a través de la Coja Danza que presenta ‘No falta ninguno’ del 4 al 5 de febrero
El 21 de enero los espectadores alicantinos podrán ver ‘Humedades’, un espectáculo de “Cuentos canallas”, dirigido y protagonizado por Pablo Albo.
El planteamiento es sencillo. Alguien muere y de camino al cementerio se da cuenta de que, durante su último aliento, olvidó ver pasar su vida en un segundo. Se pone a ello pero, seguramente debido a que era un día lluvioso y que dentro del ataúd tampoco andaba la cosa muy seca (por motivos que no desvelamos), todos los recuerdos que le vienen a la cabeza estarán marcados por la humedad... por las humedades. La humedad de la sangre en la arena. La humedad de la lluvia, cuando la lluvia es lo último que falta en el peor día de tu vida. La humedad de las lágrimas en las despedidas. Y, por supuesto, la humedad de los cuerpos al estremecerse.
Los relatos que lo componen llevan además una carga de ironía, de ternura, de sarcasmo, de melancolía y de muchas otras cosas que no tienen nombre todavía.
El 30 de enero Nacho Diago pondrá en escena ‘Pop-Arte de magia’. Nacho Diago, primer premio nacional de magia, presenta un espectáculo donde la realidad y la ficción se confunden por la ilusión.
Todo ello bajo un punto de vista entre el sentido del humor y el sinsentido, pasando por el sentido homenaje. Realizado con objetos cotidianos como zapatos, billetes, cucharas, incluso un ojo humano, pero sobre todo con la mente de los espectadores.
La danza llega al Teatre Arniches a través de la Coja Danza que presenta ‘No falta ninguno’ del 4 al 5 de febrero.
El espectáculo, dirigido por Tatiana Clavel y Santi de la Fuente, habla de la identidad y sus estorbos, de quiénes creemos que somos y quiénes creen que somos los demás, de todos aquellos que dilataron nuestra percepción del mundo con su mirada y de cómo una absoluta ausencia de apego por fijar un “ser” es la mejor manera de estar aquí, aunque esa experiencia sólo pueda tenerse desde la confusión. Con un uso del cuerpo veraz y directo y el audiovisual como un elemento dramatúrgico más, No Falta Ninguno es una celebración de nosotros mismos como un collage mutable y diverso que se metamorfosea constantemente.
