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El General de Alicante avanza en el tratamiento biológico regenerante de tejido en traumatología de rodilla

  • La Unidad de Rodilla consigue excelentes resultados en patología traumatológica gracias a infiltraciones de ácido hialurónico y factores de crecimiento derivados de plaquetas

  • En la actualidad ha incorporado la diferenciación de células madre para regeneración cartilaginosa

El Servicio de Traumatología del Hospital General Universitario de Alicante, dirigido por el Dr. Simón Campos, avanza en la regeneración de tejido a través del tratamiento biológico en traumatología de la rodilla. En este sentido, el servicio está utilizando el poder regenerador de la propia sangre del paciente con la utilización de factores de crecimientos derivados de las propias plaquetas del paciente.

“Solo requiere una extracción sanguínea similar a la de un análisis rutinario y con una centrifugadora especial se separa de esa sangre los factores de crecimiento inespecífico que contiene, que serán los que se infiltren en la rodilla”, explica el Dr. Campos.

El servicio de Traumatología lleva ya 4 años con excelentes resultados en centenares de casos con patología degenerativa de rodilla y patología tendinoso-muscular en deportistas, resultados serán próximamente evaluados en un estudio que se está llevando a cabo en este momento.

Con este sistema se ha podido conseguir también nuevo hueso en los casos de prótesis de rodilla que requieran cambio por otra nueva prótesis, para limitar la pérdida de hueso que provoca el uso de una prótesis y que dificulta reimplantar otra.

“En las intervenciones quirúrgicas para solucionar los defectos de cartílago se utilizan microperforaciones por artroscopia en el hueso con la finalidad de atraer células madre indiferenciadas a la zona de cartílago que puedan solucionar el problema; el problema con el que nos encontramos es que la calidad de estas células son limitadas”, señala el Jefe del Servicio.

“Para potenciarlas”, -continúa- “hemos usado estas células madre indiferenciadas obteniéndolas de la médula ósea del paciente, pero requiere una herida adicional y extraerlas de otra parte distinta a la rodilla como puede ser la pala iliaca de la pelvis, añadiendo complicaciones a la cirugía de la rodilla”.

Actualmente, y como pioneros, el servicio está comenzando a extraer estas células de la médula ósea de la propia rodilla mediante una punción realizada en el curso de la artroscopia necesaria para reparar el problema del cartílago del paciente, por lo que no es necesario realizar otra herida adicional en otro hueso. Así permite obtener estas células madre indiferencias que se usan en el mismo momento de la intervención. Se consigue con ello mejorar las posibilidades ante la alteración cartilaginosa de la gente joven responsable de secuelas dolorosas e invalidantes.

“A lo largo de los últimos 20 años, la Unidad de Rodilla del Hospital General Universitario de Alicante ha estado luchando contra esta patología con los medios disponibles en cada momento, utilizando infiltraciones de ácido hialurónico, factores de crecimiento derivados de plaquetas y la diferenciación de células madre para regeneración cartilaginosa”, explica el Dr. Campos.

20 años investigando
En patología traumatológica y ortopédica de la rodilla es fácil encontrarse con problemas de difícil solución centrados en el desgaste articular y la patología inflamatoria crónica de tendones y músculos tanto en pacientes de la vida cotidiana como en deportistas.

Ese amplio espectro de patología incluye las tendinitis crónicas, roturas musculares, roturas o distensiones ligamentosas y el desgaste de cartílago degenerativo o traumático, que acaba propiciando el desarrollo de una artrosis de rodilla, una situación en la cual actualmente se centran todos los esfuerzos en impedir o al menos prevenir su aparición y desarrollo para tratar de evitar el uso de cirugía mayor de rescate como puede ser una prótesis de rodilla.

El cartílago articular de la rodilla es la superficie de contacto última de la articulación que permite la movilidad, imprescindible para caminar y realizar deporte. Una de sus peculiaridades más significativas es la dificultad para regenerar aquel cartílago que se ha desgastado bien por el uso en pacientes de edad avanzada o bien por un traumatismo que ha provocado una úlcera o fractura del cartílago en deportistas.

El servicio de traumatología del Hospital General Universitario de Alicante lleva años luchando contra este problema. Se inició en 1990 con la infiltración articular de ácido hialurónico, un producto artificial que pinchado dentro de la articulación de la rodilla actúa como un lubricante para los roces de cartílago mejorando los síntomas en pacientes bien seleccionados reduciendo los síntomas dolorosos.

 

 

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