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El MARQ cambia las luces de todas sus salas permanentes

    El Museo Arqueológico de Alicante se encuentra en plena fase de sustitución de la iluminación existente en sus cinco salas permanentes por otra más eficaz. El proyecto, reclamado por los visitantes y dotado con un presupuesto de 214.602 euros, reportará, además, menos consumo eléctrico y reducirá la emisión de gases de efectos invernadero a la atmósfera.

    El director del Museo, Manuel Olcina, ha explicado que muchas piezas y espacios de las salas mencionadas quedaban deficientemente iluminadas y era difícil para los visitantes distinguir o apreciar en ellas su valor estético o histórico. Precisamente, en las encuestas que el MARQ pone a disposición del público, esta carencia era una de las más reflejadas.

    En este sentido, según ha manifestado Olcina, “el cambio de iluminación supondrá en cierta forma una reinauguración de la exposición permanente del Museo. En la práctica de la museografía, la iluminación es uno de los aspectos fundamentales para lograr que una exposición sea atractiva, puesto que de ella depende en muchos casos transmitir o incrementar emociones al público que las contempla, así como permitir distinguir con nitidez los recursos de texto o gráficos”.  

    Otro motivo que ha llevado a realizar este trabajo es el bajo consumo que supondrá la implantación de estas luces, tanto de coste energético  como de número de proyectores. Al ahorro anual estimado con la sustitución de las antiguas luminarias, cercano a los 48.000 euros, se une la reducción en la emisión de CO2 a la atmósfera, que pasará de 221 a 6 toneladas al año.

    Para la elaboración de este proyecto, la dirección técnica del MARQ, los conservadores y varios miembros del personal técnico acompañaron y asistieron durante varias jornadas al ingeniero encargado de redactarlo. Sala por sala, vitrina por vitrina, pieza por pieza, se debatió conjuntamente la mejor forma de iluminarlas.  

    Asimismo, se ha puesto especial atención a la hora de compatibilizar la sustitución de centenares de proyectores, anclados al techo de las salas, con la preservación de los objetos expuestos. Olcina ha destacado que “la ejecución se desarrolla con un cuidado extremo en las medidas de protección, sala por sala, de tal manera que solo una de ellas, durante una semana, permanecerá cerrada. Una vez acabada una estancia, los conservadores analizarán el resultado antes de empezar con la siguiente”.

    En este momento ha finalizado la obra en la Sala de Prehistoria que ya está abierta al público con la nueva iluminación. Pasada la Semana Santa se acometerá la Sala de Cultura Romana y antes del verano se habrán concluido el resto.

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