El Centro de Acogida para Personas Sin Hogar atendió a cerca de 1.700 usuarios en el año 2008
El Centro de Acogida e Inserción para Personas sin Hogar (CAI) de Alicante atendió durante el año 2008 a un total de 1.692 personas, que hicieron uso de alguno de los servicios que ofrece este recurso asistencial que gestiona la Concejalía de Acción Social. El centro, ubicado en la avenida Doctor Jiménez Díaz, está estructurado en cuatro tipos de programas de atención integral que tratan de apoyar la inserción sociolaboral de los usuarios en función de cada caso particular. La asistencia sanitaria básica, el apoyo en materia de orientación y asesoramiento sobre distintos recursos, así como la intervención psicosocial y educativa personalizada, son tareas desarrolladas por los equipos profesionales del servicio. El centro cuenta con 72 plazas de alojamiento y un servicio de comedor con 90 plazas, que se distribuyen en ambos casos según los distintos programas.
El CAI dispone además de prestaciones como ropero, consigna y duchas, que pueden usar las personas en situación de exclusión, aún cuando no quieran incorporarse a ningún programa de atención integral. Estas prestaciones registraron durante 2008 casi 12.000 atenciones.
El Centro de Acogida e Inserción para Personas sin Hogar supone una inversión cercana al millón de euros en el apartado de gestión integral (equipo profesional, alimentación…). A esta cifra hay que sumar los gastos derivados del mantenimiento, suministros y equipamientos.
Programas y usuarios
Con una cifra de 1.499 beneficiarios, el Programa de Acogida fue el que más usuarios registró. Dirigido a personas que carecen de recursos económicos propios, este servicio cubre las necesidades básicas de alojamiento, higiene y manutención, sirviendo de puente a la incorporación de usuario a programas específicos de larga estancia siempre que se manifieste voluntariedad e implicación en el proceso de integración.
De las 1.500 que utilizaron el Programa anterior, 218 pasaron a formar parte del Programa de Inserción, que trata de potenciar el acceso sociolaboral de los usuarios, a la vez que presta una atención integral tanto a las necesidades básicas como a los problemas socio-sanitarios asociados a los procesos de exclusión. En este caso, los beneficiarios participan en actividades de formación que les permiten a medio y largo plazo integrarse en el mercado laboral y tener acceso a una vivienda.
Otro de los servicios del CAI es el Programa de Atención en Situaciones de Emergencia, que tiene por objeto la acogida inmediata a personas o familias que carecen temporalmente de alojamiento. Estos usuarios vienen derivados en su mayoría por los Equipos Sociales de Base, responsables de realizar la valoración sobre la necesidad de uso de este recurso. Las 51 personas atendidas a través de este programa durante 2008 pudieron disponer de una residencia temporal (alojamiento, manutención, lavandería, centro de día) hasta restablecerse o normalizarse su situación especial. La media de permanencia en el centro de los usuarios de este programa fue de 70 días.
Por último, el Programa de Baja Exigencia ofrece unos servicios básicos que permiten el mantenimiento de la persona en unas condiciones mínimas de calidad de vida. En el perfil de usuarios de este servicio se encuentran, en su mayoría, hombres (85%) mayores de 60 años (76%) y de nacionalidad española (85%). En este programa, se atendió a 21 usuarios.
Además de estos programas, el Equipo de Calle adscrito al Centro de Acogida de la Concejalía de Acción Social realizó seguimiento semanal de 168 personas que presentan estilos de vida en la calle. Entre las prestaciones que ofrece este servicio se incluyen servicios mínimos relacionados con la higiene y alimentación, asistencia sanitaria básica o facilitar información sobre las opciones que ofrece el CAI.
La concejal de Acción Social, Asunción Sánchez Zaplana, apunta que en el CAI "trabajan más de 30 personas para ofrecer una atención directa a personas que atraviesan situaciones de exclusión social o que por circunstancias concretas carecen de un lugar de residencia. El objetivo final del servicio, y de ahí la especial implicación e inversión por parte del Ayuntamiento, es mejorar la calidad de vida de estos usuarios y conseguir su inserción en la sociedad”.
