Bomberos del SPEIS desalojan la 11ª planta del Riscal para extinguir un incendio registrado en la cocina de una vivienda sin que se produjeran heridos
El humo afectó desde la 11ª a la 18ª planta y el edificio tuvo que ser ventilado con grupos de presión positiva
La Concejalía de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Alicante informa que tres unidades completas del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS) del Ayuntamiento de Alicante, extinguieron en la noche de ayer un incendio registrado en la planta 11ª del edificio Riscal, situado en la calle Poeta Vila y Blanco, Nº1, sin que se produjeran heridos.
Los efectivos del SPEIS fueron avisado, a las 22.59 horas, por un vecino que veía salir humo desde uno de los apartamentos al pasillo de esa planta. Hasta el lugar de los hechos se desplazó un tren completo con tres vehículos, 19 bomberos y tres patrullas de la Policía Local que ayudaron a tomar las medidas de seguridad pertinentes, coordinar la emergencia y regular el tráfico para facilitar el trabajo a los Bomberos.
Según fuentes del SPEIS el fuego estaba localizado en una vivienda situada en la 11ª planta y el origen de las llamas fue una sartén al fuego que había ardido. Esto provocó que las llamas afectaran a la parte superior de la cocina. Los propietarios de la planta fueron desalojados preventivamente y algunos vecinos de las otras plantas se autoevacuaron.
Los efectivos del SPEIS accedieron por el interior a través de la puerta del inmueble. En una primera intervención, y con el visor térmico, se revisó el interior de toda la vivienda. Posteriormente se extinguió de inmediato el fuego, que se encontraba muy localizado en la cocina que quedó afectada.
Una vez apagado totalmente el fuego, se comprobó que el humo provocado por el incendio afectaba desde la planta 11ª a la 18ª. Primero se actuó con los grupos de presión positiva para extraer todo el humo, y posteriormente se ayudó a las tareas de ventilación abriendo ventanas. Sobre las 00:30 horas, una vez ventilado el edificio, se permitió el paso a las personas, que accedieron a sus viviendas por los ascensores.
Durante la intervención tuvieron que ser acordonados los dos lados de la vía pública que dan acceso al edificio, fueron controladas las puertas de acceso al hotel y deshabilitados los ascensores. Mientras se desarrollaban esas tareas, fueron unos veinte clientes del edificio los que permanecieron en la recepción del Riscal.
