Las becerradas de Algemesí se celebraron pese a la presión de los antitaurinos

Los hechos sucedidos la noche del miércoles 24 de septiembre tuvieron su secuela ayer por la noche, eso sí, mucho más calmada, gracias al gran despliegue policial que impidió que activistas antitaurinos y taurinos se vieran las caras por segunda vez en esta semana.

Ocho furgonetas de los antidisturbios y un gran despliegue tanto de policía local como nacional, y de personal sanitario, impidió que los acontecimientos del día anterior se repitieran de nuevo. La concentración estaba convocada para las 23 horas, una hora antes del horario previsto para la celebración de las becerradas cadafaleras, que se festejaron con total normalidad.

A lo largo de la calle Académic Segura se encontraban aproximadamente un centenar de antitaurinos que a gritos de “Psicópatas”, “Algemesí vergonya nacional”, “ser español no es ser maltratador”, o incluso pidiendo la dimisión del alcalde, intentaban manifestarse en contra de las becerradas cadafaleras. Y a lo largo de la calle San José de Calassanz, los taurinos, que defendían su fiesta.

Al centro de ambas vías, un gran despliegue de agentes de seguridad que velaban por la integridad de ambos grupos y de los ciudadanos que querían disfrutar de la fiesta. Afortunadamente, esta vez no volaban objetos, ni tampoco hubo agresión por ninguno de los dos grupos, “aunque la presencia de los colectivos antitaurinos incomoda a nuestro pueblo”, dice una vecina.

Pasadas las dos de la madrugada ya no quedaba ni un activista antitaurino en la localidad. De esta manera, Algemesí ha podido celebrar sus dos noches de becerradas cadafaleras tal y como estaban previstas y sin tener que lamentar ningún tipo de altercado.

Un antitaurino amenaza vía Facebook a un vecino de Algemesí
Por otra parte, Facebook ha sido la plataforma elegida por uno de los antitaurinos que ayer se coló por la plaza para amenazar a un vecino de la localidad que se enfrentó a él. Entre otras cosas le llaman “cerdo” y le invitan a que se esconda “porque es la última vez que va a vivir tranquilo”, entre otras muchas lindezas. Además, por si fuera poco, este individuo, publica tanto la dirección postal del vecino de Algemesí como su número de teléfono.