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La Ciudad de la Esperanza en Aldaia abre sus instalaciones a movimientos y parroquias para dar a conocer su labor con personas sin hogar

La Ciudad de la Esperanza en Aldaia abre sus instalaciones a movimientos y parroquias para dar a conocer su labor con personas sin hogar
  • Acoge y atiende diariamente a 170 personas sin techo y en riesgo de exclusión social

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La Ciudad de la Esperanza (CIDES), situada en el término municipal de Aldaia, que acoge y atiende diariamente a 170 personas sin techo y en riesgo de exclusión social, ha abierto su sede a parroquias y movimientos para que conozcan “in situ” la labor que desarrollan y la vida y el esfuerzo de los acogidos para poder rehacer sus vidas.

Para estas personas “CIDES es un hogar, un refugio, un sitio donde sentirse seguros y un lugar donde poder empezar de nuevo”, según ha indicado el sacerdote Vicente Aparicio, director de la entidad, ante la celebración este domingo de la Jornada Mundial de los Pobres convocada por el papa Francisco.

Por ello, para dar a conocer esta realidad y compartir con ellos su testimonio, CIDES pone a disposición de parroquias y movimientos sus instalaciones, que ofrecen comedor, cocina, cafetería, zona deportiva, aulas multiusos, paelleros y amplias zonas ajardinadas, además de la capilla. Para más información la entidad ha habilitado el siguiente teléfono de contacto: 961 507 052

Entre las personas acogidas está Romaric, un joven camerunés que llegó a España en patera hace tres años y ahora habla español perfectamente. Está estudiando el graduado escolar y aspira a estudiar Comercio Internacional.

La Ciudad de la Esperanza ha sido su familia durante este tiempo. “Además de comida y techo, aquí me han dado paz y amor y he podido dar los primeros pasos para integrarme en la cultura española”, asegura Romaric. 

CIDES también cuenta con una psicóloga, que realiza la acogida y acompaña a los nuevos acogidos a la vivienda que será su hogar . “Les oriento, les explico el plan de intervención, las actividades que pueden hacer aquí y los recursos que tienen disponibles”, explica la psicóloga que asegura que “más que una terapia, necesitan mucha información y tener expectativas reales”. 

Cuando llegan los acogidos una de las primeras cosas que necesitan es aprender español. Las clases son reducidas, de 9 o 10 alumnos. Además de las clases de español, los acogidos en la Ciudad de la Esperanza también reciben clases de cultura general, de informática, hábitos saludables, habilidades sociales y talleres intercultural para favorecer la convivencia. 

Estos talleres ocupacionales permiten a los usuarios adquirir responsabilidades, estructurar su tiempo y potenciar diversos hábitos de trabajo. 

“La atención que ofrecemos es integral ya que primero cubrimos sus necesidades más inmediatas de alojamiento, manutención, salud e higiene, para iniciar después la recuperación de cada persona de forma individual”, explica Vicente Aparicio, que trata de implicar a cada uno de los acogidos en su propio proceso de cambio. 

En las instalaciones de CIDES se ofrecen a los usuarios los servicios de desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Los acogidos viven en bungalows de 4 a 6 personas con una sala de estar común donde hay televisores y además también disponen de servicio Wifi.

Asimismo, “CIDES es un centro cristiano católico pero está abierto a todas las religiones y cultura, lo único que se pide es respeto en la convivencia dentro del centro, donde muchos de los usuarios son musulmanes y tienen un menú Halal”.

Medidas preventivas frente a la pandemia

Ante la situación de emergencia sanitaria actual por la pandemia el centro cumple con todas las medidas preventivas establecidas por las autoridades y los nuevos usuarios “sólo pueden acceder con PCR negativo asegurando, en todo caso, que no hay riesgo de contagio de la Covid-19, aunque los que están llegando en los últimos días ya están vacunados”, subraya Vicente Aparicio.

Además, en el comedor y en el resto de instalaciones “se mantiene la distancia de seguridad de un metro y medio mínimo, a la hora de las diferentes comidas entran en diferentes turnos para evitar acumulación y los usuarios se sientan de dos en dos en mesas con capacidad para 4 personas” ha explicado Aparicio, que ha señalado que "todos los días se desinfectan todas las instalaciones".

La Ciudad de la Esperanza, CIDES es una asociación benéfico-social sin ánimo de lucro de la Iglesia en Valencia, declarada de utilidad pública, que cuenta con la colaboración de Cáritas Diocesana de Valencia y el Arzobispado.

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