La mejor colección de la Real Fábrica del Conde de Aranda, en el Museo de Cerámica
Hasta el 2 de mayo de 2012 el Museo de Cerámica de l’Alcora alberga una extraordinaria exposición que bajo el título de “Alcora, cerámica de la Ilustración”, presenta la colección Laia-Bosch, un repertorio de 100 piezas que incluye lo más exquisito de la producción de la Real Fábrica del Conde de Aranda.
La colección Laia-Bosch, formada entre los años 1990 y 2008, fue obra de una persona que, con tenacidad y perseverancia, pudo conseguir una cualificada muestra de la cerámica producida en la Real Fábrica de l’Alcora.
Se trata de auténticas obras de arte adquiridas en el comercio de antigüedades y en subastas, celebradas principalmente en el extranjero. Todas las piezas que la integran se caracterizan por su buen estado de conservación y abarcan, desde el punto de vista morfológico y cronológico, una completa síntesis de la labor realizada a lo largo de la trayectoria de la manufactura alcoreña.
Platos, fuentes, mancerinas, esculturas, aguamaniles y otras piezas conforman la que sin duda era la mejor colección de l’Alcora en manos privadas de los últimos años, hasta que su propietario decidió venderla al Ministerio de Cultura y ha pasado así a ser patrimonio de dominio público.
Ahora el Museo de Cerámica de l’Alcora tiene el honor de albergar esta colección durante dos meses y retornar así, aunque sea por breve tiempo, estos tesoros al lugar del que salieron hace casi tres siglos. Es de agradecer la gestión y profesionalidad de la dirección y técnicos del Museo Nacional de Cerámica de Valencia, depositario de la colección, que han contribuido de manera decisiva a hacer realidad la llegada de la colección Laia-Bosch a l’Alcora.
Esta exposición temporal se suma a la colección permanente del nuevo Museo, recientemente inaugurado, que incorpora a los fondos propios de la institución, cesiones temporales aportadas por los Museos de Cerámica de Barcelona y Valencia, piezas de diversos coleccionistas privados de l’Alcora y Castellón, y dibujos, estarcidos, grabados y acuarelas procedentes de la misma Real Fábrica, y pertenecientes a los herederos de algunos de los más afamados pintores de la época.
En combinación con la exposición “Alcora, cerámica de la Ilustración”, el Museo ofrece a los visitantes la posibilidad de sentirse como los grandes maestros de la Real Fábrica, a través de la taller “Decorar cerámica a la manera de l’Alcora”, que incluye visita guiada a la exposición y al Museo, y la decoración de un azulejo con estarcidos y óxidos metálicos, tal como lo hicieron los operarios de la manufactura del Conde de Aranda.