Más de 200 jovenes vía Facebook se concentran junto a autoridades y asociaciones contra la incineradora

Este sábado más de 200 personas, sobre todo jóvenes y vía Facebook se concentraron en la plaza del ayuntamiento de l’Alcora contra la incineradora que la empresa Reyval con la autorización de Conselleria quiere instalar a menos de tres kilómetros del núcleo poblacional de la capital e l’Alcalatén.

Estuvieron presentes además de numerosos jóvenes, representantes de todos los grupos políticos del ayuntamiento incluida la alcaldesa Merche Mallol, de la Plataforma Ciutadana No la Contaminación, de las tres asociaciones de vecinos movilizadas y población en general.

El miércoles 10 de agosto la movilización será con carácter de manifestación, no solo de concentración, esperándose después de las mas de 10.000 firmas, una gran concurrencia de gente de l’Alcora y poblaciones de alrededor el miércoles 10 de agosto a las 19.30 horas para desfilar por las principales calles y plazas de la villa ceramista.

Según la información aportada por Ayuntamiento, Plataforma Ciutadana, y asociaciones de vecinos, teniendo en cuenta el tipo de materiales que se pretenden incinerar en esta planta, el resultado será desolador para el conjunto del municipio y también para el resto de municipios cercanos a l´ALcora, como Sant Joan de Moró, Costur, Llucena, etc donde los vientos dominantes trasportarán las emisiones de esta incineradora de día y que por la noche viajaran hacia la costa. Compuestas estas emisiones esencialmente de partículas de muy pequeño tamaño, o sea casi invisibles pero que entran hasta lo más profundo del sistema respiratorio, y que transportan con ellas y los gases de combustión esencialmente metales como el mercurio, cadmio, plomo, arsénico y toda la tabla periódica, con el agravante de que al quemarse sobre todo plásticos, las emisiones de dioxinas y furanos están garantizadas, lo que supone el mayor riesgo para la salud de este tipo de tratamiento de residuos. Los efectos de la incineración, además del olor, repercuten sobre todo en la salud y están constatados en numerosos estudios epidemiológicos que se han realizado a la población cercana a estas instalaciones, generando sensibles aumentos de casos de cáncer sobre todo infantil, problemas respiratorios, problemas circulatorios, alteraciones del ADN y afección a órganos como hígado, riñón, pulmones, etc.