Falomir devolverá 1,4 millones para reformar la Real Fábrica por su mala gestión
El alcalde de l’Alcora, Samuel Falomir, ha anunciado que el proyecto de restauración de la Real Fábrica perderá la subvención de 1,4 millones de euros del Ministerio. El primer edil lo hizo público en el día de ayer, semanas después de que ninguna constructora optara a reformar este inmueble, pese a contar con un presupuesto total de licitación de 1,9 millones de euros.
Desde el Partido Popular de l’Alcora han afirmado que “la pérdida de esta subvención es el resultado de la mala gestión y dejadez de Falomir, que no hizo las cosas bien desde el primer momento”. Los populares recuerdan que “existía un problema con el registro de la propiedad desde 2017, que nuestro alcalde no quiso ver, y que ha retrasado considerablemente todos los plazos de convocatoria y realización del proyecto”. Efectivamente, fue el Partido Popular quien sacó a la luz las anomalías en la adquisición de los terrenos de la Real Fábrica, que bloqueaban su inscripción en el registro y que derivaron en una denuncia al Ayuntamiento.
Este hecho, junto a una licitación que ha quedado desierta debido al incremento de los costes en el sector la construcción, ha provocado que el consistorio sea incapaz de acreditar el inicio de la obra en septiembre y justificar así dicha subvención. Además, cabe destacar que ya contaba con una prórroga del Ministerio, solicitada al no poder comenzar con la ejecución en el tiempo establecido.
En palabras del concejal popular Vicente Mateo, “desde el PP lamentamos que l’Alcora pierda una subvención tan importante por la inoperancia del alcalde Falomir, ya que desde 2017 hubo tiempo de sobra de solucionar el problema con el registro y no dejar el tema aparcado en un cajón, escondiéndolo a nuestros vecinos”. Mateo ha afirmado que “el hermetismo y la falta total de transparencia de Falomir en este tema acarrea graves consecuencias”.
Por último, el edil popular ha señalado que “en momentos de incertidumbre económica, defendemos una inversión más gradual y medida en el inmueble, sin prisas y llevando a cabo reformas básicas que garanticen su conservación y la seguridad; en contraposición a las inversiones desmesuradas proyectadas desde el equipo de gobierno, por encima del interés general de la ciudadanía en la distribución de los recursos públicos”.
