Éxito del II Campamento de Inglés con un equipo de 10 estadounidenses en l'Alcora
El pasado mes de junio se celebró, con gran éxito y por segunda vez, en el Salón Bancaja, el Campamento de Inglés abierto a todos los alcorinos. Los 45 niños de primaria que participaron disfrutaron de cinco días de diversión con un equipo de 10 estadounidenses que les enseñaron inglés.
Cada día empezó con canciones tradicionales en inglés y un juego al estilo “Uno para Ganar” para romper el hielo. Después, los niños repartidos en tres grupos, se turnaban entre tres estaciones: manualidades, juegos y una clase de inglés, todo dirigido por el grupo de estadounidenses y en plan diversión. La idea es sencilla pero efectiva: si los niños se lo pasan bien mientras aprenden, aprenderán con más ganas y mejor.
El último día del campamento se clausuró con una presentación hecha por los niños en la que les enseñaron a sus padres y abuelos lo que habían aprendido durante la semana. Además de los familiares de los niños se contó con la presencia de la alcaldesa, Merche Mallol, y del concejal de Educación, Roberto Aicart, a quienes se les agradece por el uso del salón y el apoyo de este campamento.
Los organizadores del evento son José y Raquel Whitaker, estadounidenses residiendo en l’Alcora que este año contaron con el apoyo del grupo de estadounidenses. La mayoría de los miembros del equipo norteamericano fueron jóvenes entre 17 y 23 años de edad y miembros de una iglesia protestante cerca de Lancaster, Pensilvania que quisieron venir para servir a la comunidad alcorina y disfrutar de una experiencia española.
El campamento de inglés es algo que los organizadores probaron el año pasado para ver si cumpliría una necesidad o un deseo del pueblo y parece que la respuesta ha sido afirmativa. Se trata de una iniciativa de la Comunidad Evangélica de l’Alcora, y como manifiestan el motivo por hacerlo se puede resumir en los grandes mandamientos de Jesús: amar a Dios y amar a los demás. Por eso lo han hecho, y para eso vino el grupo de Estados Unidos. Esperan que tanto los niños como sus familias hayan sentido algo de ese amor, esperando repetir el año que viene.
