Campaña Proyde 2012 “Tú la haces, ellos la pagan”
En relación con el medioambiente, nosotros deterioramos y en el Tercer Mundo lo pagan.
La Asociación PROYDE (Promoción y Desarrollo), vinculada a los colegios de La Salle, entre ellos el de l'Alcora pone en marcha este curso escolar nueva campaña de sensibilización respecto a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Ya es la sexta campaña de sensibilización que tienen como base las metas aprobadas por 192 países (entre ellos el nuestro) el año 2000 en la Asamblea General de la ONU para erradicar las pobreza y que se materializan en ocho Objetivos referentes a la erradicación de la pobreza, la educación primaria universal, la igualdad entre los géneros, la mortalidad infantil, materna, el avance del VIH/SIDA y el sustento del medio ambiente.
PROYDE, es una ONGD que centra sus esfuerzos en el ámbito educativo. En el Tercer Mundo a través de dotación de infraestructuras y recursos educativos desde primaria a la formación profesional y la formación del profesorado. Es nuestro entorno, concienciando a las Comunidades Educativas sobre la necesaria transformación de las estructuras sociales, políticas y económicas que sustentan y acrecientan la injusticia, la desigualdad, la exclusión mediante la Educación para el Desarrollo, la incidencia política y la promoción del voluntariado.
Este curso escolar, su propuesta de Sensibilización quiere llamar la atención sobre que es necesario garantizar la sostenibilidad del medio ambiente como propone el Objetivo del Milenio 7. Pero si se quier un planeta sostenible hay que empezar por pensar en los necesitados, en los países empobrecidos. Quieren concienciar sobre las consecuencias para los más débiles, de que nuestro modelo de desarrollo es totalmente injusto en el reparto de las causas y los efectos del deterioro medioambiental.
El 74% de los gases que provocan el efecto invernadero se producen en los países más ricos y están directamente relacionados con el aumento de catástrofes naturales. Con apenas un 20% de la población mundial, los países ricos consumen el 80% de los recursos naturales y energéticos del planeta. Para abastecer el consumo desenfrenado del mundo desarrollado, los mercados y las multinacionales son los que deciden qué se cultiva y cómo se produce en los países del Sur. En 2008, el 10% de la producción mundial de cereales se destinó a la fabricación de etanol para vehículos en vez de a alimentos. Nuestros residuos tóxicos se exportan a los países pobres donde es más barato tratarlos y no hay control ambiental, o acaban directamente en sus vertederos. Europa y Estados Unidos son totalmente dependientes de las reservas de minerales estratégicos para sus industrias, que existen en los países más pobres. En los países desarrollados llegamos a consumir 300 litros diarios de agua, frente a los 25 que se consumen en zonas subdesarrolladas y los no más de 100 que recomienda la OMS para necesidades personales. 2.600 millones de personas carecen de acceso a saneamiento básico. Si sigue la tendencia, en 2015 habrá 100 millones más. Según Naciones Unidas, de las víctimas mortales por desastres naturales entre 1975 y 2000 el 68% eran de países empobrecidos. Los mil millones de habitantes más pobres del mundo no tienen acceso a suministros habituales de energía y se ven obligados a quemar combustibles como el queroseno, que perjudican la salud humana.
La necesidad de obtener divisas para el pago de la deuda externa de los países más pobres a partir de la agricultura, la minería y la explotación maderera, ha provocado la pérdida de una gran parte de la masa forestal del planeta. De la pérdida mundial de bosques entre 2000 y 2010, la mayor parte correspondió a América del Sur y África. En países como la India o Ghana la población más pobre vive de rebuscar en los residuos informáticos de los cementerios electrónicos entre productos venenosos y cancerígenos. El control por la extracción del coltan, usado en los móviles, es una de las causas de la guerra en el Congo que se ha cobrado 3 millones de muertes en los últimos años. El 20% de la población mundial (más de 1.000 millones de personas) carece de acceso a agua potable. Cada hora mueren 115 personas en África por enfermedades diarreicas, cólera, disentería y hepatitis A, provocadas por el saneamiento deficiente, la falta de higiene y el agua contaminada.
El deterioro del medio ambiente afecta más a los que menos culpa tienen. Nuestro actual modelo de desarrollo, basado en la superproducción y el consumo sin control de los países desarrollados, además de incrementar los problemas sociales a los que se enfrenta el mundo en la actualidad, está poniendo en riesgo la supervivencia del ser humano.
Los habitantes más pobres del mundo son los que más están sufriendo el despilfarro de los recursos del planeta y los más expuestos a las catástrofes naturales, que serán más intensas si continúa el deterioro de nuestro medio ambiente.
Y ellos son los que menos culpa tienen. PROYDE pone a disposición de las Comunidades Educativas y de la sociedad en general, a través de su página web (www.proyde.org) materiales escolares para todos los ciclos escolares que harán tomar conciencia de la grave situación en la que están sumergidos los países empobrecidos y las acciones en las que se pide el compromiso para que en 2015 la situación actual cambie. Porque como dice el lema de PROYDE 2012 “nosotros lo hacemos y ellos lo pagan”.
