El DOCV publica la incoación de la Cabalgata de Reyes Magos de Alcoy como Bien de Interés Cultural
La cabalgata alcoyana es la más antigua de cuantas se celebran en España, cumplió 125 años en su última edición
Aunque se trata de una fiesta popular, la Generalitat ha decidido proteger la cabalgata alcoyana, la más antigua de cuantas se celebran en España y que cumplió 125 años en su última edición. La Dirección General de Patrimonio ha iniciado los trámites y comienza ahora un proceso que requiere diversos informes de órganos consultivos. Se trata del segundo BIC relacionado con la Navidad alcoyana, tras la protección anterior del Betlem de Tirisiti, la tradicional representación de marionetas.
El primer testimonio que se conserva de esta cabalgata data de 1866. Pero su especificidad va más allá de su antigüedad, puesto que conserva una configuración y contenidos propios. Lejos de ser únicamente un desfile festivo al uso, se mantiene fiel a su significado y escenifica con la mayor verosimilitud la llegada de los Magos de Oriente y su Adoración al Niño Jesús. Es en realidad una ambiciosa puesta en escena de la Epifanía, que culmina en la noche de cada cinco de enero.
La Cabalgata es, sin duda, la parte más conocida y vistosa de la fiesta, pero en realidad forma parte de una trilogía que arranca con la representación de la Adoración de los Pastores (Les Pastoretes), prosigue con el anuncio de la llegada de Sus Majestades (El Bando), pronunciado por un Embajador Real que llega a la ciudad el 4 de enero al anochecer acompañado por los pajes y las burritas que transportan buzones, a modo de alforjas, donde los niños depositan sus cartas.
Evolución de la fiesta
El inicio de la fiesta de los Reyes Magos como cabalgata, reparto de presentes a niños y enfermos, se fecha en Alcoy en 1866, tal como lo recoge el Diario de Alcoy. Sin embargo, las circunstancias de la época impidieron que arraigara en el calendario navideño y se pospuso su continuidad hasta 1885, cuando se recuperó gracias a una sociedad recreativa local, «El Panerot». Desde este año una estrella abre la comitiva enseñando a los Magos el camino a seguir. Además, desde estas fechas se instalará un Belén, lugar al que llegarán los monarcas para adorar al Niño Jesús.
En los años siguientes, entre 1887 y 1894, se van introduciendo novedades que quedan incorporadas a la celebración, como el telegrama, que hecho público el día anterior a la Cabalgata, anuncia a los niños la inminente llegada de Sus Majestades.
También arraiga en estos años iniciales la figura de los pajes, jóvenes servidores de los Reyes Magos que, tiznados de color negro, se encaraman a los balcones de las casas por medio de escalas de madera para entregar los regalos a los niños.
Otra de las características que se introducen a finales del siglo XIX es el acto de «Les Pastoretes» que rememora el momento en que anunciada la Buena Nueva por el ángel a los pastores, éstos dejan sus rebaños y acuden ante el establo para adorar al Recién Nacido. En Alcoy, niños y niñas, ataviados con trajes de pastorcillos, portan presentes al Niño Jesús, acompañados por un rebaño de cabras y ovejas, con carros ornados con motivos vegetales.
En 1924, se incorpora nuevo elemento “el bando”. En él un enviado de los Reyes recorre las calles de Alcoi sobre un corcel proclamando la llegada de Sus Magestades. Va acompañado de unas pequeñas borricas que portan los buzones para las cartas.
Tras la guerra civil, la Cabalgata pasa a ser organizada por el Frente de Juventudes. En 1967 se suma a la organización el propio Ayuntamiento a través de la Comisión Municipal de Fiestas, con lo cual los desfiles ganan en prestancia y participación, al contar también con la colaboración de la Cruz Roja local y los miembros de las tres bandas musicales de la localidad. Este impulso municipal dio paso en 1970 a una nueva entidad nacida específicamente para potenciar la Cabalgata alcoyana, la Asociación de Amigos y Damas de los Reyes Magos, bajo el lema «Cap xiquet sense un joguet».
Aquel año de 1970 se realizó un itinerario hasta entonces inédito y una nueva concepción del desfile, bajo la dirección artística del pintor Luis Solbes Payá. Dos años después, se introducen por primera vez camellos y dromedarios sobre los cuales cabalgan los Reyes de Oriente, así como varía el orden del desfile, pasando el rey Baltasar, a figurar en medio de los otros dos monarcas, y no al final como es habitual en el resto de las cabalgatas del país. Ambas novedades arraigan en el desfile y se convierten en elementos de la Cabalgata alcoyana.
Durante un período de catorce años, la Asociación de Amigos y Damas de los Reyes Magos aportó nuevas iniciativas, cambios de itinerario, mejoras en el vestuario, etc., hasta que en 1984 la organización de la Cabalgata retorna al Ayuntamiento de Alcoy, que actualmente recibe la colaboración de la Asociación de San Jorge y de otras entidades, además de las bandas de música y los grupos de danzas.
