Sí a los animales, no a los excrementos
El Ayuntamiento de Alboraya lanza una nueva campaña para concienciar sobre cómo afecta a la salud y a los niños los excrementos de los perros.
La clave: salir con una bolsita
Es importante que el dueño recoja los excrementos de su perro o de su gato, para evitar posible contaminación, ya sea por contacto directo o que al desintegrarse se incorporen al aire que respiramos.
Las cacas no son abono
Los excrementos de los perros no sirven para abonar el campo, ni la calzada. De hecho, contienen muchos parásitos y enfermedades que se pueden contagiar a otros perros e, incluso a personas.
Hay que ser responsable con la suciedad que generan las mascotas llevándolas a lugares habilitados para ello o recogiendo los excrementos con una bolsita.
Larga lista de enfermedades
¿Sabes qué es la toxocariasis? Es un parásito de los excrementos que afecta a niños y niñas de entre 2 y 7 años, y puede derivar en una enfermedad importante.
Los gérmenes de las heces que se desechan al aire libre se introducen en nuestro organismo por medio de la respiración o al ingerir alimentos. Esto provoca infecciones por parásitos y diversas enfermedades que pueden afectar incluso al corazón. Algunos ejemplos son:
1. Parásitos: ascaridosis, filariasis, hidatidosis, sarna, leishmaniasis, amebiasis hepática y toxoplasmosis.
2. Bacterias: salmonelosis, brucelosis, tuberculosis, leptospirosis, cólera y shigelosis.
3. Virosis: hantavirus, rabia, hepatitis y neumonitis virósica.
4. Hongos: dermatofitosis.
5. Alérgenos: dermatitis cutánea.
Obligados por la ley
Los dueños de los perros están obligados por la normativa municipal a recoger sus excrementos, un incívico comportamiento puede salirle caro, ya que las multas pueden ser de hasta 600 euros.s.
