Alboraya conmemora el 'Miracle dels Peixets'
El lunes siguiente a la solemnidad de Pentecostés, la ermita del Peixets que se encuentra en la desembocadura del Carraixet, se llena de vecinos de Alboraya y pueblos de alrededor que quieren celebrar el milagro que se produjo en 1348. Una tradición que une a diferentes generaciones para disfrutar del día juntos en la explanada de la ermita.
Como manda la tradición, a las 12h se celebra la misa solemne y después se hará una comida de hermandad. El Ayuntamiento facilita a aquellos vecinos que lo han solicitado los ingredientes para elaborar paellas y las mesas y sillas. También habrá actividades juveniles.
Este año, al no ser fiesta escolar y producirse en el mes de mayo, en el que los niños aún tienen clase mañana y tarde, el consistorio ofreció a todos los centros escolares del municipio colaborar en el desarrollo de actividades infantiles si hacían una excursión a la ermita ese día. 140 alumnos del Colegio Parroquial José Lluch pasaran la mañana en la zona y podrán disfrutar de un día al aire libre y de juegos deportivos en la playa, así como rememorar la historia del milagro.
Según recoge la tradición, en 1348 un sacerdote perdió la arquilla con las sagradas formas que llevaba a un morisco, gravemente enfermo en una alquería, al otro lado del barranco Carraixet. Al cruzarlo, las aguas del barranco que bajaban muy crecidas, arrastraron al sacerdote, perdiéndose las formas consagradas que llevaba con él. Ante esto, los vecinos de Alboraya, bordeando las orillas del río, observaron cómo tres peces las sostenían en sus bocas, según la tradición.
La citada arquilla sólo sale del templo en la festividad de San Vicente Ferrer para llevar la comunión a los enfermos a sus casas, y también en la procesión del Corpus que Alboraya.
Los clavarios, junto con la Iglesia, son los encargados de velar por el mantenimiento de la ermita, que ha sufrido varios expolios en los últimos años. El Ayuntamiento de Alboraya, consciente de esta problemática, desde final de 2014 decidió poner fin al creciente deterioro que sufría el 'Parque dels Peixets'. Desde entonces un vigilante contratado por la corporación vela por el cumplimiento de las normas, además su presencia tiene también un efecto disuasorio sobre posibles vándalos que puedan generar desperfectos en el mobiliario urbano. También se han efectuando limpiezas y actuaciones de jardinería paisajística para que el día de la celebración todo esté a punto.
