Carmen Pérez presenta la exposición “Mármol, bronce y oro: Altares de la Seo de Xàtiva”
Alberga la imagen de Nuestra Señora de la Seo, una obra capital de la arquitectura neoclásica valenciana
El Altar Mayor de la Colegiata de Xàtiva, que alberga la veneradísima imagen de Nuestra Señora de la Seo, es una obra capital de la arquitectura neoclásica valenciana realizada por Ventura Rodriguez y Pedro Juan Guisart, bajo la dirección de fray Vicente Cuenca.
La Generalitat Valenciana, a través del Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals y el Ayuntamiento de Xàtiva, han querido contribuir conjuntamente en la restauración y recuperación de esta curiosa obra de la que se conocen varias réplicas en menor tamaño, unas consideradas como modelino de dicha construcción, y otras que se desconoce a ciencia cierta cual fue su función o el motivo de su creación, pero que son obras de una extraordinaria calidad y singularidad.
Se desconoce el autor de esta maqueta, que muestra un modelo a escala del espléndido Altar Mayor de la Colegiata de Xátiva, dedicado a la Virgen de la Seo, patrona de dicha ciudad. Se desconoce con exactitud su fecha de realización, pero segura¬mente es posterior a la ejecución del Altar Mayor, terminado en 1808, y probablemente debió responder a un encargo privado.
La maqueta realizada en plancha de hojalata cincelada, tro¬quelada, recortada, soldada y policromada, tiene estructura de madera de pino, excepto la cúpula, que es metálica y las figuras que enriquecen el conjunto son bocetos en barro cocido, posibles réplicas de las esculturas que aparecen en el Altar Mayor y que fueron creadas por los escultores José Esteve Bonet y José Gil.
Un bello conjunto arquitectónico que se encontraba en un estado de conservación muy preocupante. Todas las piezas que la forman presentaban daños en mayor o menor medida, deterioros provocados no sólo por el paso del tiempo y la problemática de los materiales, sino también, por un almacenamiento y manipulación inadecuada en otras épocas. Dichas circunstancias, en conjunto, provocaron la formación de focos de corrosión, especialmente en los capiteles, columnas, camarín, altar y base.
