Clausura del CASC tras diez días de talleres en el Centro Histórico de la ciudad
El festival elCasc es un evento novedoso que intenta coordinar e involucrar a todos los agentes relacionados con el planeamiento urbano para establecerse como una herramienta participativa que ofrece una visión integral y un campo de pruebas para el proceso del planeamiento urbano. Este punto ha sido reconocido por el premio internacional Young Planning Professional Awards 2014, otorgado por asociaciones y escuelas de urbanismo y planeamiento europeas e internacionales como AESOP, ISOCARP y la IFHP.
En éste último día de reflexión todos los participantes se desplazaron a mediodía hasta la piscina del polideportivo para comer, dialogar y debatir sobre los resultados y las dinámicas a través de las cuales habían podido estudiar y aprender desde múltiples aproximaciones sobre la reactivación de tramas urbanas históricas durante todo el festival.
Los participantes que habían asistido en anteriores ediciones de elCASC, destacaron la mayor transversalidad y su mayor vinculación con todas las actividades. Además quedó de manifiesto el interés por todas las partes sobre las mesas de participación que se llevaron a cabo en la Pinada de Santa Bárbara a las cuales asistieron técnicos del ayuntamiento además de vecinas y vecinos del barrio.
Otro de los aspectos más destacados fue la apertura de muchas actividades del festival a la ciudadanía villenense lo cual propició que muchos niños y jóvenes de Villena se acercasen a conocer su propio centro histórico. Una de las actividades destacadas fue el taller “Que viene el lobo” destinada a los más pequeños en la cual se recreó el castillo de la Atalaya con cartón recuperado donde las niñas y niños pudieron disfrutar a lo largo de la jornada en la Plaza Leña.
La novedad de este cierre fue la cena-performance llevada a cabo por La Cuina Furtiva, tutores de uno de los talleres del festival, en la cual todos los participantes se sentaron alrededor de una misma mesa circular y colaboraron de forma activa en el montaje de la misma.
Para finalizar, ésta última jornada contó con la habitual proyección de vídeos de resultados de todos los talleres en la explanada de la puerta del Castillo de la Atalaya.
En los vídeos de resultados de cada uno de los talleres se mostraron el nuevo diseño del pavimento de la Plaza Leña, el mobiliario autosuficiente que produce energía para cargar móviles a través del pedaleo, la gincana que mostró la cara B de Villena a los participantes, las intervenciones de vegetación en el centro histórico como el trampantojo en la misma Plaza Leña, el banco de tapial y las jardineras en un jardín cercano al Castillo de la Atalaya, las reflexiones del taller sobre el papel activo de la mujer en la sociedad multicultural actual, la capacidad del arte escénico para romper las barreras que generan los estigmas o la reivindicación del uso del espacio público como espacio lúdico a través de pequeñas intervenciones que transforman los lugares.
Los participantes se despidieron de esta tercera edición del Casc el domingo con el buen sabor de boca después de diez días de talleres, charlas, jornadas de reflexión y trabajo en el centro histórico de Villena y con la ilusión puesta en volver el año próximo tras las buenas sensaciones experimentadas en la actual edición.
