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Se restauran in situ restos de un probable templo de la época Íbera

Se restauran in situ restos de un probable templo de la época Íbera
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    Se restauran in situ restos de un probable templo de la época Íbera - (foto 2)
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    Se restauran in situ restos de un probable templo de la época Íbera - (foto 4)

    Una reciente actuación arqueológica en el Casco Antiguo de Villajoyosa, bajo la dirección de la arqueóloga Ana Martínez, ha sacado a la luz un yacimiento arqueológico. Consta de varios espacios que forman parte de un complejo de mayores dimensiones, probablemente un lugar sagrado, un templo o santuario urbano de época íbera. Se localizaba en el punto más alto de la ciudad íbera de Álon, algo frecuente en estos lugares. En las habitaciones excavadas se hallaron piezas singulares de gran calidad, que tras su restauración en el laboratorio de Vilamuseu y una primera investigación, han revelado datos muy interesantes.

    En primer lugar, la investigación de las piezas está dando ahora una fecha entre 350 y 300 a. C. para el momento de la última utilización del lugar. Su riqueza hace pensar que se trata precisamente de ofrendas: entre ellas, vasos cerámicos completos o grandes fragmentos, como vasos de figuras rojas procedentes del mundo griego o cerámicas decoradas íberas y de Ibiza propias de lugares funerarios o sagrados.

    El inmueble va a destinarse a un apartotel promovido por una promotora leonesa, El Cigarral de Cembranos S. L. Tras la excavación arqueológica previa y durante las posteriores obras del apartotel, los restos del yacimiento han permanecido cubiertos y protegidos para no sufrir daños; tras las obras se han destapado y el departamento de Restauración de Vilamuseu está procediendo, junto con la promotora, a la restauración de las estructuras, que la empresa ha querido conservar in situ en el hall del establecimiento.

    Se encontraron muros realizados íntegramente en tapial y adobes, es decir, muros encofrados de tierra arcillosa y ladrillos sin cocer, materiales ampliamente empleados en la cultura íbera. Destaca un muro con revestimiento de cal pintado de rojo, con restos de molduras, y al que se le adosa un pequeño banco (vasar), posiblemente para depositar las ofrendas a la divinidad, pintado de blanco. También ha aparecido un pavimento realizado con tierra batida mezclada con cal, donde también se observan restos de pigmento rojo, un color atestiguado en otros edificios y elementos religiosos íberos, como el templo de la Alcudia de Elche. Vilamuseu está realizando réplicas de los adobes antiguos que permitan reintegrar algún tramo deteriorado de los muros, utilizando arcilla de una cantera local mezclada con paja.

    Dado que se trata de unos restos de pequeñas dimensiones, pero de alto interés cultural y científico, que no se prevé que tengan un gran flujo de visitantes, en este caso la conservación in situ integrándola en el apartotel se ha considerado adecuada y compatible con los nuevos usos del inmueble. Es una solución diferente a la adoptada para las espectaculares termas monumentales de la ciudad romana, cuyas características constructivas, envergadura y enorme atractivo turístico han llevado a optar por la adquisición municipal, para su próxima musealización y uso público, en las que el Ayuntamiento está trabajando intensamente.

    Una de las piezas más extraordinarias es una pequeña cabeza de terracota que representa a un joven con pelo rizado y sombrero de ala, que según especialistas consultados por Vilamuseu se corresponde probablemente con el tipo llamado “pastor beocio” (Beocia es una región griega), fechable a mediados o en el tercer cuarto del s. IV a. C. Es una de las terracotas más bellas y de mayor calidad conocidas en la Contestania (la Contestania es la región antigua que abarcaba desde el río Júcar a Cartagena).

    Otra de las piezas más raras, cuya restauración se encuentra muy avanzada, es una imitación de un lebes gámico griego, que era una vasija que se utilizaba para las bodas. Se trata de una pieza de gran calidad decorada en pintura roja, y cuya procedencia ha resultado ser ebusitana, es decir, de la ʾībošim (Ibiza) púnica. Es, de hecho, una de las piezas más completas que se conocen del tipo llamado AE-20/II-23.

    Todavía se están restaurando y estudiando las piezas, pero algunas de ellas son también singulares, como un anillo de plata, probablemente íbero.

    Como casualidad ciertamente curiosa, este nuevo aparthotel orientará sus servicios en parte a parejas de recién casados, por lo que la coincidencia del hallazgo del lebes nupcial le aporta un valor simbólico añadido. Vilamuseu permitirá a la empresa la realización de réplicas de las mejores piezas de modo que puedan ser contempladas en el mismo lugar.

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