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Un huevo de 2.700 años

Un huevo de 2.700 años
  • Insólito hallazgo arqueológico en la excavación del colector de pluviales: varios fragmentos de un huevo de avestruz

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Un huevo de 2.700 años - (foto 2)

La Concejalía de Patrimonio Histórico ha informado de un nuevo hallazgo arqueológico: seis fragmentos de cáscara de huevo de avestruz, un elemento muy singular y característico del periodo orientalizante (siglo VI a.C.), aunque perdura hasta el siglo IV a.C. Ese descubrimiento ha salido a la luz gracias a los trabajos de inventariado y catalogación de los materiales localizados en la excavación del colector de pluviales han deparado una nueva sorpresa.

El concejal de Patrimonio Histórico, Pepe Lloret, ha explicado que “se trata de la pieza más antigua localizada en la excavación de los pluviales. Su uso era muy habitual en cementerios fenicios de ciudades del norte de África, como Cartago. Sin embargo, en el levante peninsular es mucho más rara su presencia, siendo en las necrópolis de Villajoyosa e Ibiza los lugares más septentrionales donde se han documentado este tipo de elementos”.

El equipo de arqueólogos del Museo de La Vila ha aclarado que los huevos de avestruz se depositaban junto con las cenizas del difunto, a modo de ajuar, dentro de las sepulturas, constituyendo un elemento de prestigio de las elites locales. Además, tienen un carácter sagrado porque representan el recipiente en el que se encuentra encerrada la energía vital, apareciendo en los enterramientos como un símbolo de resurrección.

“Su presencia aquí se debe a que Villajoyosa formaba parte del intenso comercio fenicio que controlaba el Mediterráneo en este periodo tan antiguo”, ha agregado Pepe Lloret.

La localización de este singular elemento junto con el hallazgo de una palmeta de bronce que decoraba una jarra también de los siglos VII-VI a.C. nos lleva a pensar que el área excavada se encuentra cerca de un área cementerial orientalizante.

Hasta el momento, en Villajoyosa conocemos dos grandes necrópolis del núcleo urbano ibérico (bajo el actual casco antiguo); una situada al Norte, la necrópolis de Les Casetes y la otra al este, la necrópolis del Poble Nou.

Sin embargo, estos elementos podrían estar indicando la presencia de una tercera necrópolis situada al oeste del núcleo urbano. Como ocurre con las otras dos necrópolis, estaría asociada a una calzada, que en este caso se dirigiría hacia las ensenadas de Benidorm y Altea. No obstante, esta hipótesis tendrá que ser confirmada en intervenciones futuras en la zona.

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