“Les Tapetes dels Reis” y las “Ultrazorras” llenan mañana las Fiestas de San Miguel en La Ermita
Las Fiestas de La Ermita empiezan hoy (jueves, 29 de septiembre) con la Santa Misa y la tradicional procesión y continuarán durante todo el fin de semana
Las Fiestas de La Ermita empiezan hoy (jueves, 29 de septiembre), día del patrón de La Vila, San Miguel. A las 11.30 horas se celebrará la Santa Misa y a las 20.30 horas, la tradicional procesión con las imágenes de San Miguel y los Santos Médicos Cosme y Damián. La chocolatada y los fuegos artificiales anunciarán las Fiestas de San Miguel, las más antiguas de la comarca.
Les “Tapetes dels Reis Moro i Cristià 2012” llegarán a La Ermita mañana (viernes, 30 de septiembre) por la tarde (20.30 horas). “La noche del viernes es una de las más populares entre los vecinos de La Vila que una vez más, unen las Fiestas de Moros y Cristianos, en honor a la Patrona Santa Marta, con las Fiestas en honor al Patrón, San Miguel”, ha destacado Xaro Escrig.
El próximo Rey Moro 2012 y los integrantes de su compañía, Artillería del Islam, junto al Rey Cristiano 2012 y su compañía “Llauradors”, cocinarán y repartirán las tapas más típicas de La Vila entre cientos de vecinos de la localidad. Se espera la asistencia de más de 1.000 personas, que tras las Fiestas de Moros y Cristianos se vuelven a reunir en torno a la banda de música y las anécdotas de las últimas fiestas y los preparativos de las próximas.
Las personas que quieran probar les “Tapetes dels Reis” pueden comprar sus tiras de tickets a los miembros de las compañías “Llauradors” y “Islam” o conseguirlas el mismo día en la Plaza de la Iglesia. Cada tira contiene cinco tickets, dos para bebidas y tres para tapas, a cambio de la colaboración con cinco euros.
Xaro Escrig ha añadido que “la fiesta de mañana no termina con les tapetes. Sobre las 11.30 horas, con la colaboración de la Asociación de Fiestas Santa Marta, hemos preparado un concierto gratuito para todos aquellos que tengan ganas de continuar la fiesta. Tendremos, por primera vez en La Vila, al grupo alicantino ‘Ultrazorras’, que con un estilo rockero y punk muy particular, viene a sorprendernos y a animarnos la noche”.
El sábado (1 de octubre) por la mañana, tras la tradicional “despertà” con “dolçaina i tabalets”, los juegos infantiles de la Plaza darán paso al “II Concurs d´All i oli”, que se encuentra dentro de la marca de calidad La Vila Gastronómica y que vuelve a enlazar fiestas y Gastronomía. El concurso, que en su primera convocatoria tuvo una gran acogida entre los vecinos de la localidad, está abierto a cualquier persona y las inscripciones se están llevando a cabo en el Bar Paloma de La Ermita.
El sábado (1 de octubre) también es el día en que La Ermita vive de noche y ofrece el concierto gratuito de Elsa Baeza, cantante cubana que triunfó en los años 60 y los 70, conocida por ser la voz de las melodías latinoamericanas más populares así como por su participación en diversos musicales y películas. La noche continuará con un “correfoc” y la música hasta altas horas de la discoteca móvil.
Concurso de paellas
Las Fiestas de San Miguel no pueden finalizar sin celebrar el tradicional concurso de paellas que reúne en la Plaza de la Iglesia a los vecinos del barrio que, junto a decenas de visitantes y festeros, cocinan su plato más típico en un ambiente de fiesta abierto a todo el mundo. Por la tarde, los encargados de clausurar las Fiestas de San Miguel 2011 serán los miembros de la “Colla de Tabaleters i Dolçainers Els Valerios” que con un especial concierto cerrarán el telón en La Ermita.
Además, el viernes 30 de septiembre y el sábado 1 de octubre se han organizado juegos deportivos para los más pequeños por las mañanas en la Plaza de la Iglesia. Y todas las mañanas, como es tradición, habrá “despertàs” con “tabalets i xeremites”.
Las Fiestas más antiguas de la Marina Baixa
Las fiestas de La Ermita son muy populares entre los vecinos de La Vila y de la zona, ya que se trata de los festejos más antiguos del municipio y de la comarca y se celebran en honor al Patrón de la localidad, San Miguel. En diciembre de 1533, el Rey Carlos V concedió a la villa de La Vila el permiso para poder celebrar mercado y feria anual a perpetuidad desde las fechas de celebración de la festividad de San Miguel hasta la de Todos los Santos.
La relación de esta feria con San Miguel se debe a que la fecha del santoral coincide con el final de muchas cosechas (algarroba, uva y almendra en el caso de La Vila), que se venderían en el mercado solicitado por La Vila y concedido por el Rey Carlos V. La instauración de un mercado incentivaría la actividad comercial y riqueza para la villa, de ahí el culto al Arcángel y asociarlo con la feria, que hasta la actualidad se viene celebrando cada año.
La Vila tuvo desde entonces a San Miguel como Patrón y su festejo central hasta que compartiera el patronazgo con Santa Marta unos años después (tras el intento de invasión berberisca en 1538). Con el paso de las décadas la importancia de las ferias fue relegada por el desarrollo de nuevas vías de comunicación y, por tanto, del comercio. Fue entonces cuando la feria de San Miguel y sus festejos se trasladaron a La Ermita de La Vila, principal foco agrícola de la villa.
La Vila, villa real, era uno de los principales focos de población de la comarca y una ciudad importante en cuanto a actividad comercial, tanto era así que contaba con un Síndic en las Cortes Reales (representante de la villa real) que en el momento de pedir formalmente el permiso real para celebrar feria era Jaume Llinares. El permiso de Feria era importante puesto que acreditaba la importancia de la población y aportaba tropas reales para garantizar la seguridad de todos los participantes y asistentes; se trataba de un momento en el que los asaltos en caminos y los ataques por mar berberiscos se sucedían continuamente.
En 1533, primera fecha documentada de la Feria, sólo existían este tipo de mercados en el Sur del Antiguo Reino de Valencia en Xàtiva (1250), Elche (1326), Cocentaina (1349), Alicante (1383), Albaida (1387) y Onteniente (1418). Sólo se concedían permisos a villas con población elevada, con actividad comercial y que se ubicaran en puntos estratégicos, características que la villa de La Vila cumplía con creces en aquel momento.
