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Nuevas investigaciones revelan la excepcionalidad de 11 piezas romanas de bronce de La Vila

Nuevas investigaciones revelan la excepcionalidad de 11 piezas romanas de bronce de La Vila
  • Se trata de piezas procedentes de seis yacimientos romanos de La Vila Joiosa: cuatro villas o lujosas residencias señoriales y dos cementerios

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Nuevas investigaciones revelan la excepcionalidad de 11 piezas romanas de bronce de La Vila - (foto 2)
El Museo de La Vila Joiosa, a través del trabajo de doctorado de la arqueóloga Paula Bernabeu, ha descubierto la importancia de once piezas de cobre de la época romana encontradas en las diferentes excavaciones que se han realizado en al localidad en los últimos años.

El concejal de Cultura del Ayuntamiento de La Vila Joiosa, Pepe Lloret, ha señalado que “desde el Museo conocemos la importancia de ofrecer soporte técnico a jóvenes arqueólogos que desean investigar nuestros fondos. En este caso, la arqueóloga Paula Bernabeu ha realizado un importante trabajo con once objetos singulares de bronce de la época romana. Estos estudios son claves para comprender el significado de estas piezas, para darles la importancia que merecen en el nuevo museo, y para entender el esfuerzo que ha costado excavarlas, recuperarlas, restaurarlas e investigarlas”.

Se trata de once piezas procedentes de seis yacimientos romanos de La Vila Joiosa: cuatro villas o lujosas residencias señoriales y dos cementerios. Pepe Lloret ha añadido que “una vez más el trabajo rápido y eficaz de los arqueólogos del Servicio Municipal permite la conservación de estas y otras piezas que conforman una colección excepcional en la Comunidad Valenciana en muchos aspectos”.

Piezas de bronce más relevantes
Una de las piezas más importantes es la placa decorativa de la villa de Barberes Sud (todavía en proceso de excavación) por su calidad y porque es una pieza muy rara que se fecha entre 50 y 200 d. C. Está decorada con un cimacio lésbico y decoraba un altar, pedestal de estatua o inscripción de piedra que seguramente estaba en el atrio o patio principal o en la capilla (lararium) de la villa, según fuentes del Museo Municipal.

Otra pieza de gran importancia y valor excepcional es el “crepitaculum de Somnus” (sonajero del dios del Sueño) de la Creueta, de hacia el año 100 d. C. Se trata de un sonajero formado por una compleja cadena trenzada de bronce de la que cuelgan 6 platillos y una imagen de Somnus, el dios del sueño; en vida, serviría al niño de la tumba 214 de Creueta para entretenerse y dormirse; tras su muerte, Somnus se encargaba de transportar las almas, en un último sueño, al borde del otro mundo. Por esto eso se representa como un niño con alas en la cabeza.

“Esta pieza, absolutamente excepcional, es además una de las contadas representaciones de este dios en Hispania. La necrópolis de Creueta ha dado también una pulsera de adulto y otra infantil, y un pasador de cerradura de bronce de una caja o cofre de los siglos I a. C.-I d. C.”, ha explicado Antonio Espinosa, Director del Museo Municipal.

También se ha investigado la cabeza de Sileno (excavación Camí La Vila II) que, con origen entre el año 0 y el 150 d. C., adornaba probablemente el asa de un jarro o caldero de bronce. Sileno es un dios menor que acompañaba al dios del vino, Baco. Está representado como un adulto feo, ebrio, calvo, con barba y con una corona de hiedra y cuernos en la cabeza.

Otra pieza importante es el “stylus” de Poble Nou, del s. I a. C. Es un punzón de escribir en tablilla de madera encerada. Sobre esta pieza Pepe Lloret ha añadido que “es una pieza excepcional de la que el museo tiene otro ejemplar igual prestado al Museo de Prehistoria y de las Culturas de Valencia representando a la ciudad romana de Allon (una de las diez de la actual Comunidad Valenciana). Está rematado en cabeza de lobo, animal totémico de los romanos, que servía de amuleto a su propietario, a la vez que hacía de ‘goma de borrar’”.

El anillo de serpiente enroscada de Jovada I (excavación de Xovades) es otra de las piezas que forman parte de la completa investigación. Se trata de un anillo que solían llevar los médicos, porque la serpiente es el símbolo de Esculapio, (médico griego que tras su muerte fue considerado dios de la medicina) que aún hoy vemos representado en muchas farmacias.

También se ha investigado el “tintinabulum” (campana) de la excavación de Els Plans, probablemente de época bizantina (s. VI), que pudo tener diferentes usos: para combatir el mal de ojo y los malos espíritus en la casa, para llamar a ceremonias religiosas domésticas, para colgarlo del cuello de animales...

De la necrópolis de Casetes procede una spathomele o sonda médico-quirúrgica, fechada entre 110 y 50 a. C., para la exploración de los pacientes o, en este caso, seguramente para agitar un ungüento farmacéutico con el extremo en forma de oliva y aplicarlo con el otro, que tiene forma de espátula.

Por último, el “simpulum tipo Pescate” de Poble Nou, fechado entre 100 y 70 a. C. es un objeto de lujo que apareció golpeado y con el mango doblado en el interior de una tumba, para evitar que nadie lo pudiera robar y volver a utilizar. Su excavación, traslado al museo y restauración representaron una dificultad extrema, por ser sus paredes de menos de un milímetro de grosor y estar fracturado en más de cien trozos diminutos. El asa representa también una cabeza de lobo, animal protector en este mundo y en el viaje al otro. Estos cazos se usaban para servir el vino, pero también para ceremonias religiosas y funerarias.

 

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