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La Policía Local concluye la campaña ¿Ruedas seguro?

    La Unidad de Tráfico de la Policía Local de Vila-real ha finalizado la campaña especial de control de neumáticos con un total de 3 denuncias, dos de ellas por circular con el dibujo de las ruedas inferior al exigido y la otra por no llevar un neumático homologado con el modelo de vehículo.

    Esta campaña se ha desarrollado, entre el 1 y el 13 de este mes, con la intención de concienciar sobre la importancia de circular con unos neumáticos en buen estado, ya que la Dirección General de Tráfico estima que un 27% de los coches tienen un riesgo muy elevado de sufrir un accidente por tener los neumáticos en mal estado.

    Durante los 532 controles realizados, los agentes de la Policía Local han comprobado, con la ayuda de un profundímetro que mide el desgaste de los neumáticos, que el dibujo de las ruedas tenga una profundidad superior a 1,6 mm. De acuerdo con el artículo 12 del Reglamento General de Vehículos, el incumplimiento de esta exigencia comporta una multa de 200 euros por cada rueda en mal estado, pudiendo incluso inmovilizar el vehículo, ya que se considerada un grave riesgo para la circulación. Asimismo, la Unidad de Tráfico también ha verificado que los neumáticos con los que se circula son los homologados, según la ficha de inspección técnica, para cada modelo de vehículo.

    Según los datos aportados por algunas asociaciones de automovilistas de ámbito nacional, el buen estado de los neumáticos es vital para circular con seguridad, ya que en el último año casi un 70% de los accidentes de circulación que se registraron por culpa de fallos mecánicos estuvieron causados directamente por el mal estado de las ruedas. Además, y según se apunta en las estadísticas de la Fundación Española para la Seguridad Vial, uno de cada cien accidentes que se registran en España se debe directamente al mal estado de las ruedas.

    Cabe recordar también que los expertos recomiendan llevar la presión recomendada por el fabricante. Circular con una presión excesivamente baja supone un mayor consumo de combustible y mayor desgaste para los neumáticos, mientras que rodar con más presión de lo recomendable implica un riesgo de aquaplaning en ciertas ocasiones, e incluso una pérdida de adherencia en curva.

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