El IVC+R restaura la casulla de San Pascual Bailón perteneciente al Museu del Pouet del Vila-real
Carmen Pérez ha presentado esta mañana la restauración en el Monasterio de clarisas
Fue confeccionada en los talleres valencianos en pleno siglo XVIII
Al acto han asistido, asimismo, el alcalde de la localidad, José Rubert Nebot, el Diputado de Cultura de la Diputación de Castellón, Miguel Ángel Mulet, y la madre abadesa del convento de San Pascual Bailón, Carmen Dolores Pérez Torres.
El Museu del Pouet de Vila-real, ubicado en el Monasterio de clarisas de San Pascual Bailón, ofrece una importante, a la vez que interesante, colección de obras de arte de muy diversa procedencia, que reflejan la devoción y fervor del pueblo vilarrealense hacia lo sagrado.
Esta casulla de color blanco está realizada en seda y bordada con gran dominio técnico con sedas polícromas de intenso colorido e hilos metálicos. Fue confeccionada en los talleres valencianos en pleno siglo XVIII y responde al estilo rococó. Su precario estado de conservación y su alto valor artístico fue motivo más que suficiente para que la Diputación Provincial de Castellón y el Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals aunaran esfuerzos en recuperar esta joya de la indumentaria litúrgica valenciana.
La casulla cuenta con un galón con hilos metálicos que delimita el escapulario. Toda ella ofrece una ordenada, simétrica y abigarrada composición de rocallas doradas entremezcladas con motivos flores y hojas, que en algún caso se hallan en elaborados jarrones bordados con hilos metálicos.
Esta decoración dispuesta en bandas paralelas acaba en una galería arquitectónica, que deja ver una fondo de paisaje al más puro estilo pictórico. Iconográficamente la casulla presenta dos motivos eucarísticos principales. En el anverso, y a la altura del pectoral, aparece Jesucristo de medio cuerpo en el momento de instituir la Eucaristía, es decir cuando parte el pan para dárselo a los discípulos en la Última Cena. En el reverso, en la zona dorsal, encontramos dos ángeles mancebos, que portan espigas y vides, alimentos eucarísticos por excelencia, adorando la Sagrada Forma, que radiante aparece suspendida en lo alto.
Tanto el color blanco de la casulla, propio de las celebraciones de gloria, como la iconografía eucarística que ofrecen los bordados, nos inducen a pensar que esta casulla fue confeccionada única y exclusivamente para la celebración de la Cena del Señor el Jueves Santo o para la fiesta del Corpus Christi.
