Nit de la Xulla, un clásico con aroma a torrà en Vila-real
Vila-real celebró ayer la tradicional Nit de la Xulla sacando a la calle a miles de peñistas y vecinos en general. Convertida ya en historia local por el exalcalde Bautista Carceller quien la incluyó en el programa de fiestas de San Pascual en 1979. Desde entonces, cobró un significado más profundo, honrar a través de una cena de costilla de cordero, cerdo, cabrito o toro, al patrón de la ciudad.
La Nit de la Xulla es un evento típico de las celebraciones de viales y barrios pero en Vila-real cientos de kilos de chuletas, longanizas y morcillas congregan a todos los vecinos e invitados en uno de los eventos más multitudinarios de las fiestas patronales.
El aroma de torrà asada en las brasas de cientos de hogueras que se repartían por las calles de la localidad hizo la boca agua a los comensales, pero el tradicional procedimiento de guisar la xulla consiste en hornear la carne, con pimienta, piñones y canela y algunos colectivos festivos prefirieron seguir esta última receta.
Anoche prácticamente en todas las plazas de la ciudad se veía fuego, prendido por las peñas, grupos de amigos y familiares pero también las sedes de las asociaciones de pensionistas y jubilados disfrutaron de este ritual.
En definitiva, la de ayer fue una velada exenta para vegetarianos, en la que además de una buena carne, la buena compañía se extendió por todos los rincones del municipio. La Junta de Fiestas dio paso al baile en distintos lugares y horas con la Orquesta Supermagic en la Plaza Mayor, la discomóvil en la calle El ejército o música latina en el Recinto de la Marxa.
