Condenan a 13 años y medio de cárcel al guardia civil que mató a su pareja en Vila-real
La sentencia, dictada por un tribunal de la Sección Segunda, condena asimismo a I.J.L.B a indemnizar con un total de 310.000 euros a los cuatro hijos de la fallecida.
Tal y como reconoció el jurado popular en su veredicto, al acusado se le ha aplicado la agravante de parentesco, así como las atenuantes de confesión y de reparación del daño, por el ingreso de 51.000 euros destinados a los hijos de la víctima.
El magistrado ha impuesto también al acusado la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de los hijos de la fallecida o de sus domicilios, lugares de trabajo y centros docentes en que se encuentren, así como de comunicarse con ellos "por cualquier medio" por un tiempo de 10 años superior al de duración de la pena de prisión impuesta.
Además, ha condenado al acusado al pago de las costas procesales y a que indemnice con un total de 310.000 euros a los hijos de la víctima, de los que el descendiente menor de edad recibirá 160.000 euros y los tres mayores de edad 50.000 cada uno.
Durante el tiempo de condena, el teniente de la Guardia Civil en régimen de reserva tendrá cumplir además la pena accesoria de inhabilitación absoluta.
Contra la sentencia cabe recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, y se podrá interponer dentro de los diez días siguientes a la última notificación.
Los hechos por los que ha sido condenado I.J.L.B ocurrieron el 17 de julio de 2007, cuando el hombre inició una discusión con M.C.P., con quien convivía en Vila-real y con quien mantenía una relación sentimental desde unos meses antes.
Según relata el escrito del fiscal, la discusión fue "subiendo de tono", hasta que, con el propósito de acabar con la vida de la mujer, el acusado le propinó varios golpes en la cara que hicieron que ésta sangrara por la nariz.
Posteriormente la lanzó al suelo y se colocó a horcajadas sobre su tronco para impedir sus movimientos, fracturándole las costillas en ambos lados y, desde esa posición, "le apretó fuertemente el cuello hasta que le produjo muerte por asfixia".
El acusado se aseó, se vistió, y llamó por teléfono a la Policía Local de Vila-real para manifestar que "creía haber matado a su pareja", y esperó en su casa la llegada de los agentes, a quienes les facilitó la entrada al domicilio y les enseñó el lugar en el que se encontraba el cadáver de su compañera.
En su declaración en el juicio, en el que únicamente respondió a las preguntas del Ministerio Fiscal y del abogado de la defensa, el hombre aseguró no recordar cómo dio muerte a su pareja, pero admitió que los hechos sucedieron tal y como los relata el Fiscal en su escrito.
