Folgado anuncia que Diputación restaurará el Terno de la Purísima, de la Congregación de las Hijas de María Inmaculada de Vila-real

El Servicio de Restauración de la Diputación de Castellón y el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (IVC+R) restaurarán el Terno de la Purísima, de la Congregación de Hijas de María Inmaculada de Vila-real. Así lo ha anunciado el diputado provincial de Cultura, Héctor Folgado, en el marco de las fiestas principales que esta histórica congregación vila-realense celebra estos días.

El diputado provincial de Cultura, Héctor Folgado, y la directora del IVC+R, Carmen Pérez, visitaron la Casa Social de la Congregación de Hijas de María Inmaculada antes de iniciarse sus fiestas para comprobar el estado de las piezas que conforman el Terno de la Purísima, cuyos trabajos de restauración se iniciarán en cuanto terminen los festejos en honor a la Inmaculada, la próxima semana.

“La Congregación de Hijas de María Inmaculada cuenta con un extraordinario legado patrimonial, que es necesario restaurar y poner en valor y, gracias al compromiso de la Diputación de Castellón, vamos a hacer un esfuerzo por recuperar estas piezas de importante valor“, ha indicado el diputado provincial.

“Las casi 6.000 congregantes con las que cuenta este colectivo, la convierten en una de las más importantes de nuestra provincia”, ha destacado Héctor Folgado, quien ha asegurado que “la historia de Vila-real no se entendería igual sin la importante actividad religiosa, cultural y social que han realizado las numerosas jóvenes que han formado parte de la Congregación durante sus 250 años de historia”.

Este conjunto, con bordados de oro y plata con sedas de colores, está compuesto por tres capas, una casulla, dos dalmáticas, el velo humeral, la bolsa de corporales y el velo del cáliz, con sus correspondientes estolas y manípulos. Este terno se estrenó el 8 de diciembre de 1934, día de la Inmaculada, y sobrevivió a la persecución religiosa de 1936, ya que fue escondido por mosén Juan Bautista López para evitar su destrucción.

El director de la congregación en aquel momento, mosén Juan Bautista López Avellana, encargó este extraordinario juego de ornamentos a los talleres Justo Burillo de Valencia. Previamente, acordó con el escultor vila-realense Pascual Amorós Vicent, educado en la Escuela de Bellas Artes de Valencia, el diseño de los dibujos de bordado.