Edificios nuevos, problemas nuevos
En Avenida Francia y Avenida Francisco Tárrega, dos avenidas principales de Vila-real, se encuentran dos edificios de reciente construcción. Eso no evita que ya hayan surgido problemas en ambas viviendas.
El solar de la Avenida Francisco Tárrega fue adquirido en el año 2003 por la constructora Edifesa y la promotora Medi. En 2005 se consigue el permiso de obra, y en agosto de 2007 el edificio está construido. Una propietaria de un entresuelo desde febrero de 2008, cuenta como en septiembre de 2009, una madrugada, la pared de ladrillos del último piso del edificio, que se encontraba justo encima de la ventana, cayó encima de un coche aparcado en esa misma calle. Por suerte, no hubieron más daños personales, ya que sucedió a una hora poco transitada.
El problema surgió poco después, cuando se colocaron los andamios para empezar la reparación de la pared. Esto llevó a que muchos entresuelos fueran robados, ya que los ladrones utilizaban los andamios como escaleras para acceder fácilmente a las ventanas. Incluso uno de los despachos fue robado dos veces.
Esto, sumado a otros problemas como la filtración de agua de la piscina en los garajes, y desperfectos dentro de las viviendas como cisternas que no funcionaban desde el primer día, puertas mal colocadas, azulejos de rodapiés rotos y suelos manchados, sumados a defectos en la construcción de los entresuelos, como el hecho de que no exista un acceso a agua para la limpieza de los pasillos ni baños adaptados en las oficinas (a pesar de que la escalera sí tiene una silla adaptada para discapacitados) han provocado que la comunidadde vecinos inicie, el 19 de julio de 2010, diversos juicios.
Según informa la propietaria del entresuelo, los primeros juicios se hicieron contra la promotora Medi, pero al final, ésta se alió con los vecinos contra la constructora, ya que el arquitecto y el aparejador declararon en una reunión de vecinos ser los culpables. A partir de ahí, se comenzaron las obras de reparación, pero al surgir más problemas, la obra se frenó. "Yo algunas cosas as reclamé y nunca me las arregaron. Pasaban los meses y no cambiaba nada, cambiaba el jefe de obra, primero tenían a un hombre, luego tenían a otro, todos muy majos, pero luego nada. Al final, acabé quejándome y nunca nadie me contestó ningún mail" dice la propietaria.
Los costes por reparaciones ascendieron a más de cien mil euros, y la constructora dejó de hacerse cargo, dejando muchos de los andamios sobre las acercas, dónde aún hoy se encuentran. Ya que el problema significa un riesgo para todas las personas que caminen por allí, e incluso para los coches, el Ayuntamiento obligó a la comunidad de vecinos a poner el dinero para arreglar la obra, con la promesa de que será devuelto una vez acabados los juicios. Ya son dos los ganados, y un tercero está en proceso.
Otro asunto es el del edificio que se terminó de construir en 2002, en una zona de expansión de Vila-real, dónde recientemente se han finalizado unas obras de carretera. Aquí, en la zona de la junta de dilatación, por humedad y por las obras, se ha separado una parte de la fachada de ladrillos. Según María Barriga, parte de la Comisión de Obras del edificio, que se reunió el pasado jueves junto al presidente de la comunidad, el arquitecto les ha informado a los vecinos que no hay problemas de estructura. La Comisión se encarga de los presupuestos, que oscilan entre los 22.000 y 33.000 euros, y supervisará la obra para que no se hagan cosas que los vecinos no deseen. Sin embargo, dentro de las viviendas no ha habido desperfectos, y el problema es menor.
Una vecina del edificio se queja de la falta de rigurosidad de otros medios de comunicación, ya que han planteado una situación en la que la avería es de mayor gravedad y afecta a los vecinos, cuando simplemente es un pequeño desperfecto en la vista del edificio.
