La Conselleria de Cultura restaura varios pergaminos y libros del Archivo Municipal de Vila-real
Se trata de una actuación conjunta del Ayuntamiento de Vila-real y la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas y el Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals
La restauración ha sido presentada esta mañana por la directora general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Silvia Caballer, y la directora del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, Carmen Pérez. Al acto han asistido asimismo, Juan José Rubert, alcalde de Vila-real, Miguel Ángel Mulet, diputado de Cultura de Castellón, y Vicente Gil, Archivero Municipal de Vila-real.
El Archivo Municipal de Vila-real posee uno de los patrimonios documentales más importantes de la Comunitat Valenciana. Este legado merecía que se restaurase y valorase en su justa medida. Por eso, el Ayuntamiento de Vila-real y la Generalitat Valenciana, a través de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas y el Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals, quien ha contado con la colaboración del Servicio de Conservación y Restauración de la Diputación de Castellón, han aunado esfuerzos a la hora de restaurar este rico fondo archivístico, del que recientemente se han intervenido parte de su documentación administrativa: dos libros de los padrones de riqueza de 1813 y 1844 y treinta y cuatro libros de claveria del consell, con fechas extremas entre 1300 y 1345, y documentación suelta de los citados libros (apoques, quaderns de dates i rebudes) en soporte de pergamino y papel.
Entre el importantísimo y nutrido grupo de obras restauradas merecen destacarse los Libros de Claveria ya que guardan todos los documentos relacionados con las finanzas municipales que llevaba a cabo el clavario o clavero, que era una especie de tesorero encargado de administrar los fondos municipales de la ciudad. Éste se encargaba del pago de los salarios de los empleados, de las ayudas o pago de costas a determinados profesionales por los servicios prestados a la ciudad, otorgaba gratificaciones y dietas al personal por la realización de trabajos extraordinarios, pagaba los gastos de los trámites burocráticos y judiciales, así como de los materiales utilizados.
También se encargaba del cobro de las rentas que la ciudad obtenía de los múltiples arrendamientos que contaba. Todos estos movimientos económicos eran escrupulosamente registrados en los Libros de Claveria, los cuales, por la naturaleza de los documentos que albergan, nos ponen en contacto con individuos de diferentes estratos sociales y representantes de las más diversas profesiones, lo que supone una información de primer orden para la realización de multitud de estudios sociológicos, económicos, lingüísticos o de cualquier otro orden.
Junto a esta documentación también se han intervenido dos padrones de riqueza de los vecinos de la villa, uno de 1813 y otro de 1843, que aportan una interesante información sobre las posesiones de los villarrealenses en el siglo XIX.
