El fuego consume las fiestas de Hogueras en la ‘Nit de la Cremà’

San Vicente del Raspeig vivió anoche su particular ‘Nit de la Cremà’ con la quema de las 22 hogueras plantadas por todo el municipio. A las doce de la noche, las Belleas del Foc prendieron la mecha que envolvió en llamas los dos monumentos oficiales y tras su quema se procedió a la del resto de hogueras, comenzando por la del primer premio, Carrer Major.

Anoche San Vicente olía a pólvora de norte a sur. Los alrededores de la Plaza de España y la avenida de la Libertad estaban abarrotados por miles de vecinos que acudieron a ver la primera hoguera que ardió en la ‘Nit de la Cremà’ de este año. Desde las once y media de la noche, el centro del pueblo aguardaba a que comenzase la quema. Y a las doce en punto, con las campanadas marcadas por la iglesia de San Vicente Ferrer, el clamor del público se extendió rápidamente y crecieron los silbidos y los aplausos de los más impacientes. Todo estaba listo para comenzar.

La Bellea del Foc, Paola García Llópez, junto a su homónima infantil, Marina Corredor, sus Damas de Honor y la edil de Fiestas, Paquita Asensi, subieron al balcón de la antigua casa consistorial desde la que se accionó la pirotecnia que prendió la hoguera. Antes de ello, el equipo de bomberos se encargó de rociar con varios manguerazos los inmuebles colindantes para prevenir de posibles desperfectos en las viviendas.

Así, una vez estalló la traca que envolvió el monumento en una llamarada, la hoguera se consumió con rapidez en apenas diez minutos. De forma paralela, ardió el monumento infantil, y tras la quema de las dos oficiales, se emplazó a los asistentes a la quema de las siguientes hogueras, comenzando con la de Carrer Major, al haber sido galardonada con el primer premio.

‘No hay Cremà sin Banyà’
Uno de los principales alicientes de diversión con los que cuenta la Cremà de las hogueras es la Banyà del público por parte de los bomberos y sus mangueras. Muchos de los presentes, la mayoría jóvenes, se vistieron con el bañador y se anudaron la toalla al cuello para vivir una noche pasada por agua. Como es tradicional, los asistentes pidieron agua a los bomberos con cánticos populares para sofocar el calor y disfrutar plenamente de la Banyà.

Tras una semana de festejos, las Hogueras de este 2010 se despidieron anoche entre llamas. Ahora que todo ha quedado reducido a ceniza, los festeros ya preparan las del próximo año.