San Vicente del Raspeig inicia los trabajos de limpieza de chicles de calles y plazas con una tecnología novedosa no contaminante
La eliminación de chicles del pavimento es una de las mejoras ofertadas por la empresa concesionaria del servicio de recogida de residuos y limpieza viaria
Rafael Lillo ha solicitado “la colaboración ciudadana para evitar que los chicles se tiren al suelo y haya que destinar personal y recursos a estas labores”
La empresa adjudicataria de la limpieza viaria de San Vicente del Raspeig ha iniciado los trabajos de eliminación de chicles en calles y plazas públicas con una novedosa tecnología que aumenta su eficacia y es respetuosa con el medio ambiente al emplear productos biodegradables. Este servicio es una de las mejoras ofertadas al Ayuntamiento por la concesionaria de la recogida de residuos y limpieza viaria del municipio.
El concejal de Infraestructuras, Servicios y Mantenimiento, Rafael Lillo, ha explicado que “la incorporación de este servicio permite, por primera vez, realizar una limpieza permanente de los chicles pegados al pavimento en las calles y plazas más transitadas de San Vicente, utilizando para ello tecnología puntera y personal especializado”.
No obstante, Rafael Lillo ha solicitado “la colaboración de los vecinos para evitar que los chicles se tiren al suelo, lo que provoca molestias a los viandantes y obliga a destinar operarios y recursos económicos a su retirada, lo que impide atender otras necesidades del municipio, ya que su limpieza es muy costosa y lenta”.
La eliminación de chicles se realizará de forma progresiva en las calles y plazas más transitadas de San Vicente, especialmente en aquellas del casco urbano donde su limpieza no se puede realizar con los medios habituales al contar con pavimento rústico. Las primeras actuaciones se han llevado a cabo en la Plaza de España y en el primer tramo de la calle Mayor, y en estos momentos se está acometiendo en la Plaza de la Comunitat Valenciana.
La limpieza de la vía pública se realiza con la ayuda de un moderno vaporizador que expulsa a más de cien grados centígrados agua mezclada con productos de limpieza biodegradables y no contaminantes que permiten la descomposición del chicle y su eliminación mediante un potente cepillo.
Rafael Lillo ha afirmado que “a pesar de contar con tecnología puntera, la retirada de los chicles de la vía pública es muy costosa tanto en medios materiales como humanos, por lo que limpiar un espacio de las dimensiones de la Plaza de la Comunitat Valenciana supone entre tres y cuatro días de trabajo para un operario del servicio de limpieza”.
