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El Ayuntamiento entrega a la oposición el nuevo pliego que unifica las contratas de recogida de basura y limpieza viaria

  • El consistorio pretende con esta media reducir los costes y mejorar el servicio

El equipo de gobierno de San Vicente del Raspeig ha entregado a la oposición el nuevo pliego de condiciones técnicas que unifica los contratos del Servicio de Recogida y Transporte de Residuos Sólidos Urbanos y el de Limpieza de Vías y Espacios Públicos. La alcaldesa, Luisa Pastor, ha señalado que “abrimos un periodo de reflexión para que se puedan introducir mejoras antes de su aprobación plenaria”.

Pastor ha desatacado que “con este nuevo pliego, que unifica las dos contratas, se persigue sobre todo, ante la actual coyuntura económica, mejorar los servicios con un menor coste para las arcas municipales y para el ciudadano”.

Reducción de costes
El concejal de Infraestructuras, Servicios y Mantenimiento, Rafael Lillo, ha explicado que “el nuevo pliego tiene un importe anual de 4.467.388,75 euros, repartidos en 2.431.663,26 euros para RSU y 2.035.725,49 euros para limpieza viaria”. Del pliego se extrae el pago del canon de vertido en la planta de Xixona que asumirá el Ayuntamiento y que se estima en torno al millón de euros al año.

Duración y servicios
La duración del contrato es de un total de 8 años, “que es el periodo habitual para este tipo de servicios que entrañan una gestión compleja tanto de recursos materiales como humanos”, ha explicado el edil de Infraestructuras, Servicios y Mantenimiento.

Lillo ha subrayado que “el Ayuntamiento mantendrá las frecuencias de recogida de basuras y limpieza”. “Únicamente se racionalizará el servicio en algunas cuestiones como es la retirada de la poda en periodo invernal, siempre y cuando ello no implique molestias significativas”, ha añadido el edil.

Mejora de la eficacia y la calidad
El concejal delegado ha explicado que “todo este proceso se traduce en una mejora de la eficacia de ambos servicios y en un ajuste a la baja de los costes de producción”.

Por ultimo, Rafael Lillo ha explicado que “el contrato pone especial énfasis por primera vez en el control de calidad sistematizado, de modo que cualquier merma de la misma se traducirá inmediatamente en una reducción de la remuneración del contratista, sin necesidad de recurrir a engorrosos procedimientos administrativos sancionadores”.

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