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“Nuevas necesidades, cambios culturales e integración social” en el Foro Luis Vives

“Nuevas necesidades, cambios culturales e integración social” en el Foro Luis Vives
  • Ayer finalizó el penúltimo curso del XVIII Foro Juan Luis Vives

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La última jornada del séptimo curso de la actual edición del Foro Luis Vives contó con la presencia de dos ilustres ponentes y dos multitudinarias Mesas de Experiencias que, sin duda, dejaron un buen sabor de boca al público asistente.

La primera intervención del día corrió a cargo de Albert Mora, Profesor del Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universitat de València.
En su ponencia, “Integrando la desigualdad: la normalización de la exclusión social de las personas inmigrantes”, Albert realizó un análisis sobre la realidad actual de la desigualdad en la población inmigrante y comentó algunas vías de acción para mejorar dicha situación. De esta manera, partiendo de la referencia a Bauman y para enmarcar su ponencia, se refirió a la globalización en la que vivimos como una “productora de residuos humanos y vertederos para acogerlos”. Una sociedad en la que se produce un silenciamiento continuo de la desigualdad. “Hoy en día hemos llegado a un proceso en el que hablar de desigualdad se ha estigmatizado, se ve desfasado, como algo que no tiene solución”, afirmó el ponente.

En este contexto, Albert explicó la difícil situación que están atravesando los inmigrantes de todo el mundo, abocados a la exclusión y la desigualdad sin poder hacer nada para evitarlo. El conferenciante habló de medidas como el control de fronteras y el endurecimiento de las políticas migratorias, “580 personas han muerto o desaparecido en su intento por llegar a España en el año 2008” o el preocupante caso de Italia donde se están alcanzando elevadas tasas de racismo y xenofobia. Un hecho, “lamentablemente extensible a toda Europa donde se está produciendo un auge de los partidos políticos xenófobos”.

Además, el ponente afirmó que “el principal factor de estratificación social actualmente se da por situaciones administrativas”. De esta manera al inmigrante sin papeles se le considera un criminal y se le otorga un acceso diferencial a los derechos fundamentales respecto a la población autóctona. Existe un mercado de trabajo periférico para inmigrantes, con especial incidencia para los “sin papeles” considerados “invisibles, explotables y sospechosos”, aseveró el ponente.

“Lo que se da actualmente es una integración en la desigualdad”, afirmó. Un integración como asimilación, negando la identidad de partida del otro, una institucionalización de la sospecha y una integración por mérito “dónde se da la paradoja de que, mientras intentan conseguir dichos méritos asistiendo, por ejemplo, a cursos de formación sufren la persecución policial”, manifestó Albert.

Finalmente, el conferenciante habló de la configuración que se está produciendo, en algunos sectores, del inmigrante como “enemigo”, agravada por la sensación de amenaza, magnificación e invasión a la que los medios de comunicación nos tienen acostumbrados. Aludiendo a una encuesta escolar sobre actitudes ante la inmigración (CEMIRA, 2008), se dieron datos como que el 39,1% de los encuestados expulsaría del país a los inmigrantes marroquíes y el 37% prefiere una España “blanca y occidental”.

Entre las líneas de actuación destacadas durante la ponencia para reverter esta situación: la apuesta por el desarrollo de los países del Sur, la extensión de la cultura de la paz, la apuesta por una mayor garantía del derecho a inmigrar, la promoción de una conciencia crítica, la regularización de los “sin papeles” y el fortalecimiento de la acción colectiva y la participación ciudadana.

Tras esta ponencia tuvo lugar la Mesa “Organizaciones sociales a favor de la inclusión”, moderada por Francisco Muñoz, Vicepresidente del Colegio Oficial de Trabajadores Sociales. La primera en intervenir fue Begoña Pastor, Directora de la Fundación R.A.I.S (Red de Apoyo a la Integración Sociolaboral) en Valencia. Este organismo está formado por profesionales de distintas áreas de lo social, colaboradores y voluntarios quienes promueven la integración de personas excluidas o en riesgo de estarlo, desarrollando programas y proyectos específicamente dirigidos a personas sin hogar y personas inmigrantes en riesgo de exclusión social. Begoña defendió un modelo de intervención social en el que se haga un itinerario con la persona usuraria de los servicios, contando con ella en todo el momento del proceso. Además, sostuvo que es necesaria una flexibilización de los espacios de intervención. “Tenemos que acercarnos a los ambientes de estas personas y no esperar a que ellos vengan a nuestros despachos”. Por último, la ponente explicó dos experiencias llevadas a cabo por su Fundación como ejemplo de la labor que llevan a cabo: un recurso de alojamiento para mujeres sin hogar y la realización del Camino de Santiago con personas sin hogar de Bilbao, Murcia, Valencia y Madrid.

La siguiente en intervenir fue Sandra Alonso, Responsable de Comunicación de la Fundación Tolerancia Cero. Ésta es una iniciativa de la Generalitat Valenciana, dependiente de la Conselleria de Bienestar Social, en el marco del Plan de Actuación contra la Violencia 2005-2008. Se trata de una organización sin ánimo de lucro que tiene por objetivo luchar contra cualquier situación social o cultural que impida la plena equiparación de derechos de la mujer con el hombre, o que comprometa la igualdad de la mujer. Según preocupantes datos aportados en su ponencia, una mujer es maltratada cada 18 segundos en todo el mundo y el 70% de las mujeres han sufrido en algún momento de su vida alguna agresión física o sexual. Sandra explicó cómo la violencia contra la mujer, además del daño físico, produce a la víctima perjuicios económicos, laborales y el debilitamiento de sus relaciones sociales. “Se producen ausencias en el trabajo y bajas laborales causadas por los daños físicos y psicológicos y esto, muchas veces, acaba generando desempleo”.

“Tolerancia Cero no es un servicio social”, afirmó la ponente. “Lo que hacemos es, a partir de nuestro Plan Anual de Formación, formar y dar recursos para facilitar y complementar la labor diaria a profesionales del sector social, a mujeres con y sin menores a su cargo, víctimas de violencia, en situación de riesgo de exclusión social, o embarazadas con dificultades socioeconómicas y, por último, a los jóvenes”. Además, la Fundación también realiza campañas de sensibilización y movilización “para fomentar una actitud crítica, solidaria y comprometida frente a estas situaciones y contribuir a romper el silencio social aún existente”, concluyó Sandra.

La siguiente experiencia corrió a cargo de Elvira Miragaya, representante de Proyecto Hombre, un programa educativo-terapéutico para el tratamiento y prevención del consumo de drogas, la rehabilitación de los drogodependientes y la reinserción de los presos en todas las áreas de la sociedad. La ponente ha mostrado un vídeo de uno de los proyectos que más éxito tienen de entre los que están llevando a cabo en la Comunitat. Se trata de la Comunidad Terapéutica Intrapenitenciaria (CTI), un recurso ubicado en el Módulo 1 del Establecimiento Penitenciario de Picassent, que ofrece a los internos de dicho establecimiento la posibilidad de iniciar un tratamiento de deshabituación de la drogodependencia. Según explicó, se realizan con los presos talleres de deporte, música, danza, juegos y todo tipo de actividades ocupacionales y terapéuticas. El componente emotivo de la ponencia llegó cuando Elvira leyó algunas cartas de los usuarios del programa en las que narraban su satisfactoria experiencia en primera persona.

Por último, tuvo lugar la intervención de Álvaro Barros, coordinador de Espacios de Encuentro Interculturales de la Fundación CeiMigra. Este programa tiene como objetivo informar y difundir la riqueza de las culturas que conviven en la comunidad valenciana en todas sus manifestaciones artísticas, promoviendo la convivencia cultural, allanando el camino hacia una sociedad intercultural, favoreciendo la reflexión y el diálogo para crear un proyecto común e incluyente “en el que se potencie la riqueza que supone una realidad multicultural”, explicó el ponente. Para ello CeiMigra cuenta con un equipo conformado por población inmigrante y población autóctona, estableciendo áreas de acogida e información, áreas de actividades (Espai de Talleres), áreas de acompañamiento psicopedagógico…, etc.

La Mesa se cerraba con las preguntas del público universitario asistente que agradecieron el carácter práctico de las experiencias narradas.

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