Entrenadores, abogados y gestores deportivos reclaman la equiparación jurídica entre fútbol masculino y femenino

El Título de Experto Universitario en Derecho Deportivo de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado una mesa redonda sobre fútbol femenino en la que entrenadores, abogados y gestores deportivos, han coincidido en señalar que "es necesaria una equiparación jurídica real entre fútbol masculino y femenino".

En el encuentro han participado Joaquín García, entrenador del Levante UD Femenino; Ana Rossell, ex futbolista y CEO de AR10, empresa de gestión integral de fútbol y experta en femenino; Enric, Ripoll, abogado especialista en derecho deportivo, y Javier Marco, abogado asociado de Zaldúa&García y ex presidente del FC Cartagena.

Para Joaquín García, entrenador del Levante UD Femenino, "la inversión en futbol femenino que se ha llevado a cabo en algunos equipos, entre ellos el mío, para llevar al fútbol femenino a la buena situación en la que se encuentra".

García ha hecho hincapié en la importancia de que las jugadoras puedan dedicarse exclusivamente a la práctica deportiva. "En los últimos años, los patrocinadores, los clubes y la televisión han hecho mucho para que los salarios sean dignos y para que las jugadores puedan dedicarse en exclusividad al fútbol", ha asegurado.

"Así, de esta forma, los entrenamientos pueden ser por la mañana, algo que nos acerca más a los clubes masculinos y que permite exigir mucho más a las jugadoras tanto en el plano físico como cognitivo".

En este punto, el entrenador del Levante Femenino ha indicado que "hace falta que esta tendencia se consolide y que la profesionalización, en el sentido económico, del fútbol femenino se acabe de asentar".

"El salario mínimo de ficha de un futbolista de primera división es de 140.000 euros, mientras que el de una mujer es de 756 euros, el mínimo interprofesional, esto es algo que tiene que cambiar para que todas las jugadoras sean profesionales y suba el nivel del fútbol femenino en todos los sentidos", ha concluido García.

En la misma línea se expresado la ex futbolista Ana Rossell que ha destacado que "el fútbol femenino ha cambiado más en los dos últimos años que en los veinte anteriores. Es un deporte que tiene mucho potencial y ya, por fin, las instituciones parecen apoyarlo".

Sin embargo, Rossell ha afirmado que "queda mucho trabajo por hacer, y es imprescindible que las jugadores entiendan el concepto de profesionalismo, porque a muchas les ha llegado la parte profesional cuando llevaban mucho siendo amateurs".

Asimismo, Rossell ha lamentado la "falta de estructura" que tienen aún muchos clubes en primera división que "lastra su desarrollo".

Por su parte Enric Ripoll, ha advertido que "el fútbol femenino ha crecido de manera muy rápida en los último años pero que hay todavía muchas cuestiones relacionadas con la gestión que se tienen que concretar".

"Al no estar considerado el fútbol femenino deporte profesional, a las jugadoras se les priva de determinados derechos, como el derecho a un convenio colectivo entre otros y que sí tienen los hombres", ha añadido.

En este sentido, Ripoll ha subrayado que "no hace falta que se cometan los mismos errores que se cometieron con el fútbol masculino, que durante muchos años no tuvo esas condiciones".

En la línea de Ripoll se ha expresado Javier Marco, que ha señalado que "falta muchísima regulación y cohesión entre los diferentes estamentos para que el fútbol femenino acabe de explotar. Un aspecto que va ligado a un empujón mediático y publicitario que poco a poco se va produciendo".