Los vecinos del Cabanyal siguen denunciando la suciedad y las molestias de su propia ‘zona 0’

Una batería de quejas, comentarios, fotos a modo de denuncia y muchas protestas continúan siendo el arma con la que, día a día, los vecinos del barrio marinero por excelencia del Cap i Casal usan para pedir una solución urgente a la degradación constante que sigue sufriendo el barrio. Salvem El Cabanyal, la entidad histórica en la defensa del barrio, asegura en diversas publicaciones en sus redes sociales que las calles Progreso y Pescadores se han convertido en lo que ellos denominan 'zona 0' del Cabanyal.

Tal y como se puede  ver en las fotos difundidas por la Plataforma  publicadas en esta noticia, y según denuncian, gritos, suciedad, comportamientos incívicos a altas horas de la madrugada o de la tarde, tráfico de drogas y un sinfín de actividades insalubres y molestas se acumulan en estas calles de lo que antiguamente era una zona más de este barrio con carácter de pueblo. Recientemente se han dado casos de hallazgos de botellas de butano acumuladas en viviendas ocupadas, un problema el de la ocupación, que continúa frenando la rehabilitación de varias viviendas.

Una de las quejas más recurrentes ha sido la que tiene que ver con las fiestas nocturnas que, algunos residentes, normalmente ocupas, organizan a pie de calle durante la noche. Asimismo, los vecinos han argumentado en diferentes ocasiones la falta de actuación de la Policía Local.

Por su parte, el Ayuntamiento de Valencia continúa con la rehabilitación de varias calles del Cabanyal, unas obras que dotarán de mayores aceras y arbolado a varías vías principales, en una clara apuesta por revitalizar el comercio del barrio y ganar espacio para las personas. No obstante, dichas reformas están causando igualmente revuelo ante la inseparable reducción de plazas de aparcamiento que se está dando en algunas arterias principales como es el caso de la Calle de la Reina. Además, en dicha vía, se ha acondicionado un pequeño tramo donde quedan a la vista las antiguas vías del tranvía que circulaba por esa calle, unos raíles que han quedado a la vista tras las obras de reforma y que ahora podrán ser contemplados a través de una zona acotada y protegida con una cubierta de metacrilato.