La Federación de Vecinos de Valencia, disconforme con los cambios de la EMT
Hace más de un mes que la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Valencia comenzó a aplicar los cambios en algunas de sus líneas. Desde el 26 de julio que están en marcha las modificaciones pero no todos los usuarios las aceptan. Desde la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia (FAVV) denuncian que hay algunas zonas que se han quedado sin servicio y reclaman que se modifiquen de nuevo los trayectos.
Unas reclamaciones que se han hecho llegar ya al Ayuntamiento. Llevan miles de firmas entregadas desde diversos barrios de Valencia y hace unos días los vecinos de Beteró presentaron casi 900 firmas. Y es que, tal y como denuncia la presidenta de esta asociación, José María Broseta, los cambios “en lugar de producir beneficios, ha perjudicado a muchos usuarios”.
Usuarios como los del barrio de Beteró, en el que la eliminación de la línea 31 les ha “dejado sin servicio”, explica Broseta. Se trata de la segunda eliminación de servicio público en la zona, según la presidenta de la asociación, ya que previamente se les eliminó otra línea de la EMT.
Pero no todo es malo, desde esta asociación reconocen que hay algunas líneas que han mejorado la frecuencia de paso y se ha sustituido el Metrorbital por un autobús de línea en la zona de Serrería. Sin embargo, Broseta denuncia que se solicitó que se alargara dicho recorrido para que diera cobertura también a la zona de Universidades y Tarongers y todavía no se ha hecho: “Si se estudió para hacer la modificación de la línea, ¿Por qué no se estudió esta propuesta?”.
Descontrol en las consultas
“Cuando se hace una modificación tiene que haber un proceso participativo real”. Un proceso, denuncia la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia, que no se hizo así. Porque, aunque hubo reuniones entre Ayuntamiento y asociaciones, Broseta explica que no fueron de consulta “como tal”.
“Fuimos a cada junta municipal: en la primera reunión se presentaron unos planos para que se revisaran. Cuatro días después había otra reunión en la que había que darse la información, sugerencias y desacuerdos con la propuesta presentada desde el Ayuntamiento. Pero en la tercera reunión nos encontramos que apenas se habían hecho modificaciones”, lamenta Broseta.
Ante esta situación de disconformidad en algunos barrios de la ciudad, desde la Federación de Vecinos tienen por seguro que seguirán recabando información y trasladándola al consistorio para que se tengan en cuenta las quejas.
Broseta pide que se cumpla con los criterios de “calidad” que debe ofrecer un servicio público como lo es la EMT. “Son los vecinos y usuarios a quienes se les tiene que preguntar”, explica su presidenta y pide al Ayuntamiento que el próximo proceso de consulta sea “más participativo”.
