Dispositivo de vigilancia en una playa de Valencia para proteger 88 huevos de tortuga boba

Es un evento insólito y el despliegue de medios y recursos que se ha instalado en torno a él así lo confirma. En 200 años solo se han registrado cuatro desoves de tortugas bobas en las playas valencianas, el último hace a penas un mes en una playa de Sueca (Valencia).

Los 88 huevos del nido están actualmente custodiados con un alto nivel de seguridad hasta el punto que se desconoce el lugar exacto para evitar que los ‘curiosos’ se acerquen y puedan influir en el bienestar de los animales. Se comprueba dos veces al día que todo vaya según lo previsto y está rodeado de material militar de la UME.

A 50 centímetros de profundidad, protegido con una red metálica y en una zona totalmente acotada, las tortugas siguen gestándose a la espera de nacer “a finales de agosto o principios de septiembre”, explica la concejal de Medio Ambiente de sueca, Isabel Jiménez.

Y mientras ese momento llega, se buscan voluntarios para custodiar este tesoro natural las 24 horas del día. La oportunidad perfecta para todos los amantes de los animales y la naturaleza, que pueden apuntarse desde este 1 de agosto a esta vigilancia que comenzará la semana que viene.

Cuando se “entre en tortuga”, expresión de los expertos para hacer referencia a la eclosión de los huevos, se pondrá en marcha un protocolo aun más complejo, con una jaula que cubrirá el nido para protegerlo y controlarlo mejor.

Una vez eclosionen, se llevarán los huevos al Oceanográfico para su preparación y posterior suelta. Un evento que, esta vez sí, estará abierto al público para que “acuda de manera organizada a este acontecimiento que nos regala la naturaleza”, en palabras de Isabel Jiménez. Pero antes de soltarlas se les colocará un satélite para seguir su recorrido y estudiarlas. Se calcula que el 75% de estos huevos -unos 65- podrán eclosionar con éxito.

Gracias a la colaboración ciudadana

Fue gracias a un grupo de chicos que paseaba por la playa de Les Palmeretes, que los huevos han podido llegar a este punto de la historia. Fue este grupo de chicos quien vio la tortuga salir del mar y desovar, momento en el que avisaron al 112 y protegieron la gran tortuga -que puede alcanzar hasta el metro de largaria- de los visitantes y curiosos que plagaban el paseo de la playa en pleno julio.

Una vez recibida la llamada, se activó el protocolo y rápidamente acudieron técnicos, veterinarios y especialistas para proteger esta tortuga boba, que está actualmente en peligro de extinción. De hecho, los expertos aconsejan que, en caso de encontrar la tortuga en la playa, se llame al 112 y se evite molestar al animal haciéndole fotos. Es aconsejable no tocarlo ni cogerlo, ya que puede estar herido o enfermo y su manipulación podría agravar su estado.

Si el animal está buscando un lugar donde poner sus huevos y se le molesta puede huir a desovar a otro lugar. Además, pequeños gestos pueden contribuir a mejorar la conservación de estos animales, como la retirada de basura en las playas.

Todo es poco para proteger a este animal protegido que puede llegar a vivir 90 años, pesar cien kilos y que está en peligro de extinción. De hecho, no se multa por pescarlas accidentalmente sino que se recomienda avisar al 112 para activar el protocolo.