Glòria Tello y Pilar Soriano inauguran la exposición “Miel de museo”
Durante un año, los ciudadanos de Valencia podrán conocer y familiarizarse con el fenómeno de la apicultura urbana en la exposición “Colmenas urbanas, miel de ciudad”, subtitulada “Miel de museo”, que esta mañana han inaugurado en el Museo de Ciencias Naturales la concejala de Cultura, Glòria Tello, y la responsable del Área de Medio Ambiente, Pilar Soriano, que ha anunciado que el próximo mes de octubre Valencia celebrará su primera Semana de Apicultura Urbana. En las terrazas de este museo municipal, ubicado en los jardines de Viveros, se instalará en septiembre un apiario transparente.
La exposición “Miel de museo” ha sido organizada por la Delegación de Cultura y la Delegación de Parques y Jardines, de la que depende el Observatorio del Árbol, con la colaboración de la Asociación de Defensa Sanitaria Apícola APIADS y la asociación Miel-Azahar, que han aportado tanto materiales como asesoría técnica para hacer posible una muestra que ilustra el impacto económico y social que tiene la producción apícola y su contribución al mantenimiento de la biodiversidad, “ya que sin abejas no hay polinización, y sin polinización la producción de alimentos y el futuro de la humanidad podrían verse comprometidos”.
Glòria Tello y Pilar Soriano han visitado la parte de esta propuesta cultural sobre apicultura urbana que recorre en paneles, colmenas de distintas épocas y otros objetos relacionados con la producción de miel, agrupados bajo el título de “Los humanos y las abejas en la apicultura valenciana”, una actividad que se remonta a hace 7.000 años, como ha destacado Glòria Tello.
Esta exposición coincide con el auge de un movimiento social que arranca a partir de la proliferación de los enjambres urbanos, que promueve la protección y explotación de las colmenas en el ámbito de las ciudades y parajes habitados. “En el caso de Valencia, estos enjambres que crecen sin control son retirados y trasladados a azoteas de edificios municipales en el Jardín de Viveros para ponerlos en colmenas productoras y garantizar su control y prosperidad”, ha destacado Glòria Tello, que se ha referido también al papel fundamental de la actividad apícola y a los riesgos que para la humanidad comportaría la desaparición de la polinización.
“SIN ABEJAS NO HAY VIDA”
La importancia de la polinización también ha sido resaltada por Pilar Soriano, que se ha referido a las distintas iniciativas municipales para que “Valencia sea una ciudad amiga de las abejas, que las cuide y respete, con las que conviva la ciudadanía”. Igualmente, ha añadido que nuestra ciudad “aspira a ser un referente en apicultura urbana”, y ha anunciado que el próximo mes de octubre se celebrará por primera vez la Semana de Apicultura Urbana, para concienciar e implicar a los valencianos.
También Enric Simó, presidente de APIADS, ha hablado de la necesidad de que la importancia de la apicultura en general, y la apicultura urbana en particular, lleguen a la opinión pública. Ha cifrado en 4.000 millones de euros el valor económico de la polinización en la producción agrícola valenciana, donde hay 400.000 colmenas, y en 153.000 millones a nivel mundial. “La miel se puede importar pero el beneficio de la polinización no. Sin abejas no hay vida en este planeta.”
Con el objetivo de impulsar los beneficios de la polinización también en Valencia, en las terrazas del Museo de Ciencias y en las de la sede del Observatorio del Árbol, en la antigua casa de los jardineros mayores de Viveros, se han instalado colmenas que están en producción (los asistentes a la inauguración han sido obsequiados con un tarro de Mel de Museu, producida en la terraza del Museo de Ciencias Naturales, en unas colmenas de cuya gestión se encarga la Asociación de Defensa Sanitaria Apícola, exponentes en nuestra ciudad de un fenómeno global, el movimiento Beekeeper (‘apicultor’), al que incluso se ha sumado la Casa Blanca, en cuyos jardines hay colmenas que producen miel de calidad.
Los visitantes de esta exposición encontrarán en los jardines del Museo de Ciencias Naturales, a partir de septiembre, cuando concluyan los trabajos de acondicionamiento, un apiario transparente, el primer apiario urbano de Valencia, promovido desde la Delegación de Cultura para difundir “la importancia de la divulgación de este fenómeno de la apicultura urbana, y para que los ciudadanos sean conscientes del enorme interés de la protección de nuestros enjambres y panales”.
Ya desde la prehistoria, como atestiguan las pinturas rupestres sobre la recolección encontradas en distintos lugares del arco levantino, la miel ha estado ligada al uso medicinal y gastronómico, ha tenido una importancia social, cultural y ambiental que ha llevado a la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Valencia a sumarse a la petición para que la UNESCO declare la apicultura como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
