El nuevo museo de la Catedral de Valencia abre sus puertas
Más de 300 obras forman parte de este nuevo espacio en el que se podrán ver piezas exclusivas como la escultura de la Virgen María con el Niño o las últimas posesiones de los Reyes de Aragón
Aroma a cultura, religión, arte e historia. Es lo que se respira en el nuevo museo de la Catedral de Valencia que ha abierto este martes sus puertas tras dos años de reformas. Hace nueve años que comenzó a diseñarse este proyecto, un recorrido de veinte siglos a través de nuestra historia y que ha descubierto ruinas romanas, islámicas y visigodas nunca antes estudiados.
El nuevo museo expone más de 300 obras de arte, muchas de ellas nunca antes expuestas al público como la versión de “La Zingarella” de Anotnio Allegri da Correggio o los relicarios de la Corona de Aragón. “Lo único que queda de los Reyes de Aragón está aquí”, muestra orgullo el presidente de la comisión diocesana de Patrimonio, Jaime Sancho. Asimismo, destaca también “La duda de Santo Tomás”, de 1400, la obra documentada más antigua de la Catedral.
Junto a Sancho, en la inauguración han estado presentes el deán-presidente del cabildo de la Catedral, Emilio Aliaga, el canónigo conservador de la Seo y el arquitecto Salvador Vila Ferrer, quien ha realizado un recorrido exhaustivo de cada uno de los tres pisos que componen el museo para mostrar todos los detalles del mismo. Además, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha sido el encargado de bendecir el museo.
La exposición prevé superar las 250.000 visitas anuales, que son las que recibe la Catedral. En este caso, el hecho de estar incluido en la visita guiada invita a todos los turistas a descubrir cada uno de sus rincones. Entre los más preciados están, sin duda, los restos arqueológicos encontrados en las excavaciones. “Era la primera vez que excavábamos debajo de la Catedral -ha explicado el arquitecto encargado del proyecto- y lo que nos hemos encontrado ha sido impresionante”. Casas romanas de entre los siglos I y II, restos visigodos, musulmanes entre otras edificaciones que han salido a la luz para gozo de todo amante de la historia.
Además y como novedad, destacan la instalación de protección ultravioleta en las ventanas y tapas de las urnas y, sobre todo, las gafas de visión tridimensional. Estos instrumentos permiten visitar toda la Catedral a través de una visión panorámica, una iniciativa que no se encuentra en ningún otro museo de la ciudad.
Todos los participantes en el proyecto han destacado la “dificultad” de trabajo para poder adecuar las condiciones aunque también califican el resultado de “enorme satisfacción”. Precisamente el museo no habría sido tan completo sin las altruistas donaciones de Constancio Aznar y Amparo Bonet, cuyo legado ha hecho posible que, desde hoy, todo el mundo pueda disfrutar de este enclave cultural.
