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El Ayuntamiento impulsa las bibliotecas municipales como centros culturales de barrio

    La concejalía de Acción Cultural ha elaborado un plan para reorganizar la red de bibliotecas municipales de la ciudad, con la intención de optimizar estos recursos, de acercarlos a la ciudadanía, y de convertirlos en auténticos centros culturales. Así, después de escuchar las propuestas de diferentes entidades cívicas, y las necesidades de los usuarios y las usuarias y de los trabajadores y las trabajadoras de estos espacios, el Ayuntamiento, que no cerrará ninguno de estos centros, mantendrá una Biblioteca para cada barrio, que además contará con satélites o agencias de lectura que estarán abiertas unas 20 horas a la semana.

    La regidora de Acción Cultural, María Oliver, ha presentado hoy esta reorganización de la red que a partir de ahora estará compuesta por 17 bibliotecas y 14 espacios o agencias de lectura. “Todos los barrios tendrán un espacio con las características físicas propias de una biblioteca, que estará mejor dotada, contará con el personal suficiente para dar un buen servicio, y con un equipo de profesionales funcionarios con suficiente autonomía para decidir las actividades, el horario, y el personal de los espacios de lectura que actuarán como satélite de esa biblioteca central de barrio”.

    “El que está claro es que no se va a cerrar ninguna biblioteca, y que a partir de ahora la ciudadanía conocerá tanto el horario como las actividades que se harán en los espacios de lectura que tendrán un horario más reducido”, ha reiterado la regidora, que además ha anunciado el compromiso municipal de mejorar la conexión wifi y adecuar y dotar las bibliotecas de proyectores y otros elementos para favorecer la celebración de actividades.

    Durante la presentación de este plan, la regidora María Oliver, ha recordado que el actual equipo de gobierno ha heredado “una red de bibliotecas muy numerosa con 32 ‘equipamientos’ que así se denominaban, a pesar de que 14 de estos no tenían las características físicas necesarias para serlo, y además sufrían una carencia de personal considerable”. Por eso, ha explicado, “hemos elaborado encuestas entre la ciudadanía y hemos impulsado un proceso participativo para conocer las necesidades de usuarios y trabajadores, y hemos impulsado una experiencia piloto llamada “Hagamos Biblio”, que se ha hecho en los centros de Russsafa y Malilla para aglutinar propuestas de mejora”.

    “La conclusión es que la ciudadanía pide unas bibliotecas más activas, al servicio de los barrios, y en esa línea trabajamos”, ha concluido María Oliver, quien también ha hablado de la intención municipal de tener una biblioteca grande al centro de la ciudad y de dotar a las pedanías de una gestión especial.

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