La niña valenciana en la que se produjo el milagro participa en la misa con sus padres y abuelos

Carmen, la niña valenciana de 7 años en la que se produjo, recién nacida, el milagro reconocido por la Santa Sede que ha propiciado la canonización hoy, por el papa Francisco en la plaza de San Pedro, del matrimonio francés Louis Martin y Celia Guerin, ha participado en la celebración acompañada por sus padres y sus cuatro abuelos, llegados todos ellos de Valencia.

José, Francisca, Carmen y Francisco, los abuelos han asistido "muy emocionados", según han indicado a AVAN. "No os podéis imaginar la alegría tan inmensa que tenemos al ver a esta nieta tan hermosa y sana, es un auténtico milagro de la vida, la vimos tan malita, desde el primer día pensamos que era un milagro, incluso habíamos decidido comprarle una cajita para enterrarla", han señalado.

La niña, con un vestido rosa, ha subido llevando un ramo de flores, con sus padres por la rampa hacia el altar desde el que Francisco presidía la misa y las ha dejado en un atril en el que habían sido colocadas también las reliquias de los nuevos santos, llevadas por Pietro, el niño italiano en el que se realizó el primer milagro atribuido a la intercesión del matrimonio galo, padres de Santa Teresita del Niño Jesús.

Han ocupado también lugar preferente dos religiosas del convento de San José y Santa Teresa, de la localidad valenciana de Serra, que orientaron los padres de Carmen para que rezaran al matrimonio francés y lograr así la curación de su hija, que había sido desahuciada por los médicos.

Con ellos también han participado feligreses de su parroquia en Valencia, acompañados por el párroco y otros familiares y miembros de la delegación diocesana para las Causas de los Santos del Arzobispado de Valencia, encabezados por su titular Ramón Fita, que instruyó el proceso del milagro. En la causa, los ocho médicos que atendieron a la niña en el hospital certificaron que la curación de Carmen había sido "científicamente inexplicable".