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Infraestructuras recibe doce ofertas para ejecución de la restauración de la fachada de la basílica de San Vicente Ferrer

  • Las obras afectarán a la fachada principal, las agujas de la torre y el cimborrio del templo

  • La Conselleria ha destinado para esta actuación un presupuesto de 1.132.289 euros

La Conselleria de Infraestructuras y Transporte ha recibido  doce ofertas para realizar la ejecución de la restauración de las agujas de la torre, elementos decorativos moldeados  de la portada principal y los antepechos del cimborrio de la basílica de San Vicente Ferrer de Valencia, ubicada en la calle Cirilo Amorós.

Para tal obra, la Conselleria de Infraestructuras ha destinado un presupuesto de más de 1,1 millones de euros lo que demuestra el interés de la Generalitat por conservar el patrimonio de los valencianos.

Esta actuación se enmarca dentro de las iniciativas contempladas en el Plan de Infraestructuras Estratégicas 2004-2010 de la Comunitat, en el que se contempla una inversión de casi 15.000 millones de euros para planificar, gestionar e impulsar todas las infraestructuras esenciales para el crecimiento y el bienestar de la Comunitat.

La basílica neogótica de San Vicente Ferrer combina elementos de raíz medieval con elementos característicos de la arquitectura conventual valenciana. Con planta de cruz latina, sigue la traza del templo gótico: atrio flanqueado por dos torres laterales, tres naves con cuatro capillas laterales por lado, crucero con cimborrio y ábside con girola.

Características de la obra
La restauración prevista por la Conselleria de Infraestructuras y Transporte contempla una serie de actuaciones como es el saneado de la fachada principal recayente a la calle Cirilo Amorós. Se realizará el picado y saneado general del revoco, de piezas de mortero y mortero armado; extracción de hornacinas, realización de molde, reproducción de las mismas en piedra artificial y colocación; restauración in situ de otras piezas de piedra artificial y cosido de grietas.

También se sanearán las torres circulares que alojan las escaleras de caracol de llegada a la parte posterior de las cubiertas del crucero y del cimborrio. Concretamente se procederá a la eliminación del enfoscado viejo, cosido de grietas, eliminación del óxido en los perfiles metálicos, gunitado de hormigón y revoco liso como acabado. También se eliminará la barandilla del cimborrio recopilando las piezas para la realización de moldes para una posible fase posterior.

La reparación de las agujas de planta octogonal tiene como objetivo devolver las torres a su estado original, sustituyendo la estructura metálica existente por otra nueva. Se extraerán todas las piezas existentes entre los nervios de las agujas para la fabricación de moldes que servirán para la reproducción de las piezas que no puedan restaurarse. Por otra parte, se hace practicable el acceso a la parte superior de la misma con una escalera de pates interior. Se impermeabilizará y se resolverán los problemas de evacuación de agua.

También se realizará limpieza y desinfección de palomina y se protegerán las fachadas y las torres restauradas con malla sellando huecos, sistema electrostático antipalomas y varillas antiposamiento. Por último se realizará el chequeo de la estructura de madera y tratamiento antixilófagos. Conservación y mantenimiento de las cubiertas planas de la sacristía y naves claustrales impermeabilizando las zonas más necesitadas.

Historia del templo
En 1906 la orden de los dominicos decide crear un gran templo dedicado al dominico y patrón de la ciudad San Vicente Ferrer, aunque la consagración definitiva del templo no se produjo hasta el 12 de octubre de 1921. Tres décadas después, el 13 de julio de 1951, el papa Pío XII la convertirá en Basílica Menor.

Desde el año de su terminación, que nunca fue del todo completa, el edificio, de estilo neogótico, del que destacan en su exterior dos airosas torres campanario junto con su bellísimo cimborrio, así como las vidrieras, ha sido desde siempre emblemático para la ciudad de Valencia y digno templo de la Comunidad, lo cual llevó al Ayuntamiento de Valencia a incluirlo en el Catálogo de Protección del Plan General de Ordenación Urbana.

Con el paso del tiempo, las inclemencias meteorológicas, e incluso la Guerra Civil, hicieron mella en unos materiales de construcción que pronto se demostraron vulnerables a estos elementos, sufriendo el templo –sobre todo en su parte externa, fachada y cimborrio, asó como algún otro anejo- un deterioro considerable.

La degradación paulatina de la fachada, a partir de las imágenes que la decoraban y que iban siendo suprimidas poco a poco, se fue haciendo progresiva hasta que se ha hecho inaplazable un arreglo urgente en las torres campanario. Por ello, ha sido  necesario colocar medidas de protección necesarias para evitar posibles peligros.

 

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